Mexicali, BC., La presencia de partículas PM2.5 y PM10 flotando en el ambiente tienen a Mexicali en alerta. Durante 18 días de diciembre pasado se activaron una o más fases de contingencia ambiental (con la recomendación de cerrar puertas y ventanas y quedarse en casa) porque la calidad del aire era muy mala o extremadamente mala.

El resto de los días sólo fue mala y dos días aceptable. La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Smads) y el municipio deben avisar diariamente a la población cuál es la calidad del aire que se respira y las medidas a tomar en caso de contingencia.

Las partículas, sobre todo las PM2.5, son tan pequeñas que las mucosas no consiguen retenerlas y van directamente al torrente sanguíneo; las PM10 son un poco más grandes (de 10 micrómetros o menos) y pueden ser polvo, partículas metálicas u hollín.

Aunado a la orografía de la ciudad –ubicada en medio de una zona desértica, ocho metros bajo el nivel del mar– provoca que en invierno la contaminación permanezca más tiempo (por la condensación); además, hay grandes tolvaneras, fiestas con cuetes y tormentas de arena.

Aunque durante 69 días de 2024 Mexicali rebasó el límite máximo permisible en el ambiente (según la norma oficial mexicana) de material particulado PM2.5 y 120 días las concentraciones de PM10 estuvieron por arriba del límite de 60 microgramos cúbicos, la capital del estado no es la ciudad más contaminada del mundo, aclaró la titular de la Smads, Mónica Vega Aguirre.

Sí es una de las 10 ciudades del país que enfrenta grandes retos en materia ambiental, reconoció la funcionaria, y esta temporada invernal la contaminación está sobre la mesa porque hoy tenemos alertas y, por primera vez, hay un plan de contingencia. Además, en enero de 2024 el gobierno federal publicó una nueva norma, lo que genera que más días del año se rebase el límite establecido.

“Lo que no se mide, no lo puedes mejorar. No queremos generar un caos –con las alertas por contaminación a partir de las cuatro estaciones de monitoreo de bajo costo que funcionan en Mexicali–, sino una cultura.

El propósito del plan de contingencia es que la gente tome las medidas necesarias para proteger su salud ¡hay que revisar cómo está la calidad del aire para saber si sales a correr!, de la misma manera que miras el pronóstico del clima antes de viajar, recomendó Ve-ga Aguirre.

La población sabe que durante el invierno la contaminación se dispara, pero no siempre hubo una política de seguimiento a la calidad del aire. “Durante la administración de Jaime Bonilla (2019-2021), el medio ambiente estuvo subordinado a la Secretaría de Economía.

2009 fue el mejor momento; la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) le donó a Baja California 14 estaciones de monitoreo de calidad del aire, recordó.

Sin embargo, al inicio de la actual administración, “sólo dos estaciones operaban de manera intermitente, no nos daban datos precisos. No se les dio mantenimiento, las dejaron caer y tuvimos que rehabilitarlas. En algunos casos fue imposible. Hoy tenemos tres, operadas por la Smads y una por el ayuntamiento.

El problema está identificado, hay dos tipos de contaminantes de los que más se informa: el PM2.5 y el PM10, son partículas de distintos tamaños suspendidas en el aire provocadas por el polvo en las calles y caminos pavimentados o no; la pirotecnia, las tolvaneras. En invierno se suman a la contaminación las lumbradas, las fogatas.

–¿Qué tanto contamina la industria?

–Uno de los acuerdos que hicimos en enero pasado –la Presidenta Claudia Sheinbaum ordenó un trabajo conjunto–, es desarrollar coordinadamente un inventario de emisiones, es decir, tener una base de datos precisa de la cantidad de polución que se emiten en la ciudad.

“La industria está obligada a tener controles, todas cumplen con una licencia de emisiones a la atmósfera. Muchas han sido suspendidas por no cumplir; hay peritos que se han dado de baja del padrón porque falsean la información. Cuando entramos nos encontramos con una falta de cultura de respeto a la autoridad ambiental.

Consideran que el tema no es importante o que la autoridad ambiental no tiene el mismo rango que otras y, entonces, nos encontramos con sellos violados. Hemos clausurado empresas que se creían intocables. Hay otras, cuyas denuncias las presentan incluso empleados, relató.

Una de ellas es Zahori, dedicada a la fabricación de impermeabilizantes, asfaltos, cartón y papel, que presume ser una empresa socialmente responsable (ESR).

En 2015 recibió recursos federales por casi 3 millones de pesos a través del entonces Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), de un fondo llamado innovación tecnológica para las grandes empresas.

La desviación de grandes sumas de dinero a firmas privadas a tra-vés del Conacyt fue una de las causas que llevaron al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador a restructurarlo como Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).

–¿Hay un debate por la consistencia de los datos?

–El ozono apenas empezamos a medirlo el año pasado. Aunque si ven las estadísticas no es un problema en Mexicali. El único equipo que reporta todos los contaminantes es la estación del ayuntamiento. Estamos trabajando para adquirir una máquina móvil que nos permita verificar a la industria, demostrar con datos objetivos y precisos lo que emiten y en qué cantidades.