Trump el mercantilista
n materia económica Donald Trump es un político del pasado. Es un hombre que atribuye la riqueza a la acumulación de dinero, como lo hacían los mercantilistas hasta el siglo XVII.
El mercantilismo surgió a principios del Renacimiento. De acuerdo con esta corriente, un país se enriquece cuando vende más de lo que compra y atesora los excedentes. Para acumular cada vez más recursos el gobierno debe intervenir en la economía, limitar la salida de dinero e impedir la compra de productos extranjeros. Bajo esta teoría, los países europeos más avanzados entre los siglos XV y XVII, impusieron leyes para frenar la salida de metales preciosos.
La acumulación de oro y plata era el principal objetivo de Europa en los orígenes del capitalismo. El navegante Cristóbal Colón lo resumió de esta forma: ¡El oro es una cosa maravillosa! Quien lo posee es dueño de todo lo que desea. Con el oro, hasta pueden llevarse almas al paraíso
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Con la Reforma protestante se reforzó esa idea. Lutero pensaba que al importar mercancías Alemania enriquecía a otras naciones y empobrecía a su pueblo, ya que mandaba metales preciosos al extranjero y se privaba de esa riqueza. En consecuencia, recomendaba atesorar esos metales.
Trump, en pleno siglo XXI, piensa lo mismo que Lutero. Para que Estados Unidos sea grande nuevamente, señala su presidente, necesita dejar de comprar cosas foráneas, porque así enriquece a los demás y empobrece a su pueblo.
Sin embargo, esa teoría fue refutada por Adam Smith desde 1776, cuando publicó La riqueza de las naciones. En este gran texto prueba que la riqueza no se genera al acumular metales preciosos, sino al ocupar los recursos en forma productiva. Con la creación de bienes y servicios para su venta se enriquece un país, se estimula la competencia, se avanza tecnológicamente y se incrementa la productividad. Por ello, la riqueza de una nación no proviene del oro y la plata, sino del trabajo de su gente.
Si simplemente se atesoran metales preciosos el país se estanca, se frena la producción de riqueza, se pierden empleos, se incrementa la inflación y, a la larga, se empobrece a la población. De mantener Trump esta política mercantilista, Estados Unidos se atrasará frente a otras potencias que abren su economía para competir con los mejores.