Libro de Vanessa Miklos e ilustrado por ca_teter // Se presenta hoy en el Bosque de Chapultepec
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Domingo 23 de febrero de 2025, p. 3
Amelia guarda un secreto. Intrigada, ve a los niños que se acercan a platicar bajo un enorme naranjo. Desde la ventana observa, mientras se arma de valor para expresar lo que siente. Este es el punto de partida del libro El árbol de los secretos, editado por El Naranjo, escrito por Vanessa Miklos (Estados Unidos, 1973) e ilustrado por ca_teter.
Normalmente, se me ocurre una imagen, y hace unos años en lo primero que pensé fue en un árbol, ya que siempre ha sido parte de muchas culturas y de la cosmología. En general, tiene muchos simbolismos, desde el paraíso, el valor, la resistencia, la unión entre el consciente y el inconsciente... varias cosas. Además de que es una figura protectora: cuando hay mucho Sol o llueve, resguarda. Las naranjas, por otro lado, son como sentimientos: pueden ser dulces o ácidos
, explicó la autora en entrevista con La Jornada.
“Ahí empezó el libro, y se desarrolló desde la necesidad de hablar de los niños y de aportar una figura que escuche y proteja. Es importante que sepan que alguien está presente para escuchar cualquier cosa que los atormente o que sea una sombra en su vida.
La idea original era el abuso, pero no puede ser una referencia directa. Entonces, pensamos en los recuerdos dulces, esos secretos lindos, como la fiesta sorpresa o un regalo, y en la parte negativa, todo tipo de cosas que a los niños les suceden, como el acoso, las peleas en la escuela o reprobar un examen, eso que no se atreven y temen expresar.
Incluso, Miklos preguntó a una sicóloga cómo transmitir que un niño sufrió abuso sin ponerlo de manera explícita. “Dijo que si el pequeño no ha vivido estas cosas, y lee el libro, no lo va a notar, pero que si lo molestan en la escuela, se siente solo o rechazado, o vivió algún tipo de abuso, se va a identificar; eso buscábamos y se logró.
Siempre uso prosa poética, que habla mucho a través de los recursos literarios, como la metáfora, la personificación. Para mí, son lenguajes que los niños identifican fácilmente, porque son emocionales y sensoriales. Si tú dices a un niño lo que significa tener arena en los ojos, sabe de qué hablas. Así lo pensé cuando me refiero a un elefante, porque todo mundo se puede imaginar cargar el peso de un elefante en la espalda, aplasta, como cuando tenemos un secreto que nos duele
, relató.
Por su lado, el ilustrador uruguayo ca_teter describió que el trabajo de creación de imágenes fue largo e interesante. Es un libro con características diferentes al tipo de ilustración que estaba haciendo. Requirió que me involucrara con la historia. Suelo hacer un tipo de ilustración, infantil o para adultos, pero de mi autoría. Entonces, en un principio tenía un poco de dificultad en tomar encargos con ideas que no habían sido concebidas por mí, pero este proyecto me dejó contento
.
Me reuní con Vanessa porque quería saber más del texto, de lo que estaba atrás, para tener información a la hora de crear imágenes que no fueran simplemente ilustrativas. Al platicar con ella, tuve más elementos para construir gráficos que pudieran ser más sugerentes, metafóricos o menos insinuantes, o decididamente explícitos, para entrar en un terreno más poético
, recordó.
El escenario de la página doble
Ca_teter describió que los dibujos son “de un parque común, donde hay niños y niñas jugando, gente que pasa por ahí; de repente, esas metáforas toman su lugar a medida que se va uno adentrando en la historia. Recuerdo a la ballena o al elefante, por ejemplo. Es un mundo en el que los sentimientos y las emociones conviven con imágenes concretas, como un banco de la plaza... lugares donde todo acontece.
Es un desafío contar algo con los límites que pone el libro. Esa relación de formas y de personajes, cómo interactúa todo, es también un reto, porque puede tirar la historia, o la puede elevar. Sabíamos de qué queríamos hablar, pero faltaba el cómo construir ese pequeño escenario de la doble página; a veces eso no es fácil
, dijo.
Para ca_teter es importante “meter muchos elementos para seguir mirando pequeñas situaciones con el fin de que el lector se pueda detener y encontrar algo más. Hay dobles y hasta terceras lecturas; pequeños detalles. Me divertí; también quería dar personalidad a las cosas, a las bicicletas, por ejemplo; si había algunas naranjas en el canasto, o si una es más chica, detalles que dan cierta vida. Es la posibilidad de ver que los personajes secundarios también tienen sus secretos.
Los dibujos fueron realizados con lápiz de color y acuarela; a veces usaba un poquito de aceite de linaza; entonces, el lápiz queda empastado y se vuelve acuoso, se ve mucho el grano del trazo en el papel, y da un efecto de crayola
, detalló.
El árbol de los secretos se presentará hoy a las 12 horas en el Bosque de Chapultepec segunda sección; contará con la participación de la autora, así como de Elena Borrás y de Ana Laura Delgado, directora de El Naranjo.