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Abre la FILPM con atención especial en los desafíos que enfrenta la lectura

Encuentros como éste nos recuerdan el poder unificador del libro, dijo Leonardo Lomelí, rector de la UNAM

 
Periódico La Jornada
Sábado 22 de febrero de 2025, p. 5

Con la esperanza de sembrar la semilla de la curiosidad intelectual, ayer se inició la edición 46 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), la más antigua del país.

Leonardo Lomelí, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), manifestó al encabezar el acto inaugural que el encuentro responde a los desafíos que enfrenta el hábito de la lectura, pues, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, sólo 70 por ciento de la población alfabeta mayor de 18 años declara leer, cifra que representa una disminución de 14 puntos respecto a 2015.

En un mundo polarizado, plataformas como ésta nos recuerdan el poder unificador de la lectura y el intercambio de opiniones, dijo en su discurso la mañana de ayer en el Salón de Actos del Palacio de Minería.

El propósito es acercar al público en general y a la comunidad universitaria a las obras más relevantes y las novedades de la industria editorial en la joya arquitectónica de Manuel Tolsá, ubicada en Tacuba 5, en el Centro Histórico.

Hasta el 2 de marzo, con Oaxaca como invitado de honor, se realizarán mil 48 actividades, entre ellas 765 presentaciones editoriales, 102 conferencias, 47 lecturas públicas y 25 mesas redondas, con la participación de más de 700 autores y 443 sellos editoriales. Los horarios para acudir son de lunes a viernes de 11 a 21 horas con un costo de entrada de 20 pesos, así como los sábados y domingos de 10 a 21 horas por 25 pesos.

Poco antes de la ceremonia de apertura, los estantes estaban casi listos, con las mesas mostrando lo más llamativo para los visitantes. En el patio central, las grandes librerías temporales de las editoriales relucían a la espera; por ejemplo, Siglo XXI, Random House o aquella que ofrece una cita a ciegas con los libros, sin conocer su contenido, con una sorpresa por 70 pesos. Mientras tanto, en la taquilla, aunque faltaban un par de horas para la apertura de puertas, ya hacían fila los primeros visitantes.

Al dar una breve conferencia de prensa, el rector de la máxima casa de estudios declaró que se ha recuperado de manera gradual la asistencia, en comparación con las cifras anteriores a la pandemia: esperamos que en esta edición haya más presencia que el año pasado. Acotó que aunque hubo un recorte en el número de días de actividades, tiene una duración más larga que otras ferias importantes en el país. Llevar a cabo restructuraciones dependerá de la afluencia de asistentes y de la participación de las editoriales.

José Antonio Hernández, director de la Facultad de Ingeniería, dio la bienvenida en el edificio histórico del siglo XVIII para celebrar el poder transformador del libro y la lectura; estuvo acompañado por Fernando Macotela, quien ha dirigido la FILPM por 25 años, así como Rosa Beltrán, directora de Difusión Cultural de la UNAM, entre otros funcionarios.

Por su parte, Hugo Setzer, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), aseguró que en un mundo donde los desafíos para el libro son constantes, espacios como la FILPM cobran mayor relevancia, y permiten reafirmar la importancia de la palabra escrita como vehículo de conocimiento y herramienta para la construcción de una sociedad más informada y democrática.

En el inicio de la FILPM, que coincidió con el Día Internacional de la Lengua Materna, una niña oaxaqueña, vestida de tehuana, en representación del estado invitado de honor, recitó con voz potente un poema en zapoteco y luego en español. Mariel Ramírez Orozco envió un mensaje desde el corazón de las comunidades originarias al expresar que, aunque las lenguas indígenas cuentan con mejores condiciones, también enfrentan el dolor de que muchas fueron borradas. Subrayó la necesidad de defender, fomentar y proteger las lenguas maternas de manera sincera, con acciones reales y no sólo con leyes.

El estado invitado de honor preparó un programa con más de 70 actividades para conocer sus tradiciones, su diversidad étnica y su herencia literaria, además de una muestra de arte creado por mujeres.