medicina, ni madres
![Foto](/2025/02/08/fotos/a05n2cul-1.jpg)
Sábado 8 de febrero de 2025, p. 5
La escritora y ensayista Bárbara Jacobs abandonó su interés de ser médica cuando fue invitada a un anfiteatro universitario y vio a un fallecido cuyos restos no habían sido reclamados. Me dio muchísima ternura. Después de ver a este joven; medicina, ni madres
.
Durante la presentación de su libro más reciente, De la mano a la luz, en la sede de Ediciones Era, sello que publica la obra, realizada la noche del pasado jueves, la también traductora dijo que desde adolescente quería ser doctora, pero cuando fue a la facultad de la Universidad Nacional Autónoma de México y vio el cadáver de esa persona, “me impresionó tanto que decidí: ‘no voy a ser médica para nada”.
La ganadora del Premio Xavier Villaurrutia 1987 por la novela Las hojas muertas refirió que hablaba con el cuerpo: ¿Cómo estás aquí?, le tocaba su mano, lo besaba. Por suerte no había nadie más. Era guapísimo. ¿Por qué está aquí, solito? Su madre no te vino a reclamar. Después de ver a este joven, me metí a sicología. Pude mucho con ella. La sicología se parece más a la vida que la medicina
.
Enseguida, recordó que la primera vez que fui a la casa de Tito Monterroso (quien luego fue su cónyuge), lo primero que vi en su librero fue una cara. Estuve investigando qué era ese rostro, y era de una tumba. No sé si representaba al muerto o qué
.
De la carrera que acometió se tituló con una tesis sobre la risa. Es chistoso, ¿no?
, comentó la autora.
Jacobs tuvo una breve intervención, pues, sostuvo: no tengo nada qué decir. Ya dije todo en mis libros. Francamente, prefiero que me hagan preguntas
.
Al preguntarle sobre sus libros por venir, mencionó que tiene el borrador de una novela, del cual ya está el título: La gitana. Además, hay otro que no ha pasado a máquina y uno más empezado, que sería del mismo tipo de De la mano a la luz, de ensayos.
En torno a que ha publicado varios títulos cercanos, subvirtiendo su dinámica tradicional de largos periodos sin lanzar nuevas obras, aventuró: será que se me está acabando el tiempo
.
La también periodista agregó que trabajó en La Jornada durante 30 años, con un texto cada dos semanas: Tenía muchísimo material, porque yo me quería lucir cada vez
.
En su intervención, la narradora Ana García Bergua destacó que el libro de Jacobs contiene escritos del género Bárbara Jacobs
, que son moldeables.
La escritora continuó: “son un pequeño viaje de estancias amenas y reveladoras. Pueden ser artículos de los que escribió en La Jornada desde hace tantísimos años, una presentación, un escrito sobre los cementerios que tienen nuestra vida, un texto para una exposición o para un libro. Así, reunidos estos ensayos forman un caleidoscopio delicioso de leer y además muy variado e instructivo”.
La velada fue una tertulia, una charla cariñosa donde se evocaron recuerdos de figuras queridas en México, la reflexión y sucedidos, con la participación del narrador Alberto Ruy Sánchez.