Miércoles 5 de febrero de 2025, p. 4
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es la institución más importante en la política cultural del país
, declaró Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura federal, en el acto de celebración por el 86 aniversario del organismo realizado este martes en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo.
En su mensaje, la funcionaria destacó la relevancia del instituto en el actual proyecto de gobierno y anunció medidas para fortalecer su estructura académica y de investigación, además de incluir la creación de una nueva escuela de restauración en colaboración con el gobierno de Oaxaca y el refuerzo de las existentes.
Ante una audiencia compuesta por investigadores, arqueólogos, restauradores, docentes y estudiantes, Curiel subrayó la importancia de atender la historia de las mujeres dentro del INAH, reconociendo sus contribuciones en la construcción de esta institución.
Aseguró que la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) será fortalecida, al igual que los laboratorios y otros espacios académicos del instituto. La comunidad del INAH ama su trabajo y, aunque las condiciones sean complejas, es una familia fuerte que seguirá impulsando las políticas culturales del país
, afirmó.
Orgullo de la patria
Por su parte, Diego Prieto Hernández, director del INAH, enfatizó que la institución sigue cumpliendo su misión tras atravesar diferentes etapas a lo largo de sus 86 años de existencia. Recordó su origen en 1939, su consolidación en 1994 con la creación de los centros INAH en todo el país y, recientemente, la reforma constitucional en apoyo a los pueblos indígenas.
“Hoy estamos de fiesta porque el INAH sigue siendo un pilar en la investigación, protección legal, conservación y difusión del patrimonio cultural mexicano.
Hay una primera etapa que yo llamaría de infancia y adolescencia, en la que el instituto estaba asentando un trabajo sistemático de la investigación y cuidado de nuestro patrimonio, que culmina en 1964, cuando México crea el museo más importante de todos que, como dijera Pedro Ramírez Vázquez, es el orgullo de la patria, el gran templo de la mexicanidad: el Museo Nacional de Antropología e Historia
, dijo el antropólogo.
Además, consideró que hubo “otro periodo que yo llamaría ‘de fortalecimiento institucional’, que iría del 72 al 92, cuando en la Constitución mexicana se escribió que la nación tiene una identidad pluricultural que se sustenta originariamente en sus pueblos indígenas.
Esta etapa está mediada por un acontecimiento muy importante, que es la promulgación de la Ley federal de monumentos y zonas arqueológicas, artísticas, históricas y posteriormente paleontológicas, que nos dio como instituto el carácter de autoridad para proteger con la ley el patrimonio de nuestra nación
, comentó Diego Prieto.
Y añadió: En 1972 México se adhirió a la convención internacional para la protección del patrimonio mundial, cultural y natural. Hemos asumido un enorme liderazgo en la defensa y salvaguarda, procurando la recuperación de los bienes culturales de todas las naciones
.
Los números del INAH son contundentes: mil 600 proyectos de investigación, 194 zonas arqueológicas abiertas al público, 180 restauradores y 2 mil 600 trabajadores que resguardan bibliotecas, escuelas y colecciones especializadas.
Ahora nuestro país, como hace más de 60 años, está convocando, porque así lo ha expresado la ciudadanía con su voto, a una transformación por la vía de la justicia social, la reivindicación de los desposeídos y la convicción de que, por el bien de todos, primero debemos atender a los más pobres
, aseguró Prieto Hernández.
La jornada conmemorativa comenzó con la presentación de los volúmenes I y II del libro Historia de la arqueología del México antiguo, de Eduardo Matos Moctezuma, investigador emérito del INAH y uno de los arqueólogos más influyentes del país.
Pero en medio de la celebración también hubo un llamado claro: el INAH necesita jóvenes. En un mundo en constante transformación, la continuidad del trabajo de conservación y estudio del pasado depende de nuevas generaciones de investigadores y especialistas.
A 86 años de su fundación, la institución sigue siendo el corazón de la antropología, la arqueología y la historia del país, enfrentando nuevos desafíos con la misma pasión que marcó su nacimiento en 1939
, coincidieron los ponentes, quienes se unieron a un estruendoso grito de ¡larga vida al INAH!