Melbourne. Cuando Madison Keys finalmente certificó su victoria por 5-7, 6-1, 7-6 (10-8) sobre Iga Swiatek en una semifinal del Abierto de Australia de alta intensidad y calidad, salvando un punto de partido, la estadunidense de 29 años se agachó en la cancha y colocó una mano sobre su gorra blanca.

Le costaba creerlo todo. La remontada y lo que llamó un final extradramático.

Luego de la victoria sobre Swiatek, campeona de cinco Grand Slams y que había tenido el paso más dominante en Melbourne Park, ahora tendrá la oportunidad de jugar su segunda final de un Slam, una larga espera después de ser subcampeona del Abierto de Estados Unidos en 2017.

Todavía estoy tratando de asimilar todo lo que está sucediendo, dijo Keys, sembrada número 19, quien se medirá mañana con Aryna Sabalenka, la bicampeona defensora y número uno.

Para estar segura, Keys preguntó si la polaca –segunda cabeza de serie– estuvo, de hecho, a un punto de la victoria. Sí, lo estuvo cuando sacó con un 6-5, 40-30, pero dejó un revés en la red y luego sufrió un quiebre de saque por doble falta, enviando el partido a un desempate a 10 puntos, ganando por dos.

Sentí que me desvanecí en algún momento, corría de un lado al otro, explicó Keys.

Antes, Sabalenka venció 6-4, 6-2 a su amiga española Paula Badosa. La bielorrusa de 26 años puede convertirse en la primera mujer desde 1999 en completar un triplete aquí.

Si juega así, quiero decir, ya podemos darle el trofeo, indicó Badosa, sembrada número 11.

Sabalenka ganó su primer trofeo importante en Melbourne Park en 2023, y desde entonces ha agregado dos más: en Australia hace un año y en el Abierto de Estados Unidos en septiembre pasado.

La última mujer en alcanzar tres finales consecutivas en el primer torneo de Grand Slam del año fue Serena Williams, quien ganó dos de 2015 a 2017. Martina Hingis fue la última mujer con un triplete de 1997 a 1999.

Tengo la piel de gallina. Estoy muy orgullosa de mí misma, comentó Sabalenka.

La bielorrusa iba perdiendo 2-0, con 40-0 en contra al inicio, pero rápidamente entendió las cosas, especialmente una vez que el techo retráctil de la Rod Laver Arena se cerró en el primer set debido a una llovizna. Ajustó sus golpes y dominó a Badosa, quien venía de eliminar a la número tres Coco Gauff para alcanzar su primera semifinal en un torneo grande.

Cuando el partido terminó, se encontraron para un largo abrazo.

Durante la entrevista a Aryna Sabalenka sobre la cancha, bromeó sobre llevar a Paula Badosa –quien para entonces estaba sentada en un pasillo, con la cabeza inclinada– de compras para compensarla, pagando por lo que la española quisiera.