Davos. El presidente panameño, José Raúl Mulino, aseguró ayer que el Canal de Panamá no fue una concesión ni una dádiva de Estados Unidos, mientras que China negó que interfiera de alguna manera en la gestión del canal y coincidió con autoridades del país latinoamericano en que la soberanía y la independencia de este paso no son negociables.

En su discurso de investidura del lunes, que invocó la doctrina expansionista del siglo XIX del Destino Manifiesto, Trump repitió su aspiración de que Estados Unidos recupere el canal, que es una ruta clave para el transporte marítimo mundial.

Declaraciones falsas de la Casa Blanca

Mulino hizo hincapié en que el canal interoceánico es Panamá y seguirá siendo Panamá, y señaló como falsas las declaraciones del presidente Trump, quien aseguró que China está operando el Canal de Panamá y amenazó de nuevo con retomar su control.

José Raúl Mulino pidió sea serio, sea serio cuando se le inquirió en Davos si le preocupa que Estados Unidos invada su país y declinó responder a otras preguntas tras intervenir en una sesión de un panel que abordaba la situación de América Latina en la reunión anual del Foro Económico Mundial en el balneario suizo.

Paso internacional neutral

Por su parte, Pekín aseguró que nunca se ha inmiscuido en la zona. Respetamos la soberanía de Panamá sobre el canal y lo reconocemos como una zona de paso internacional neutral, afirmó la portavoz de la cancillería china, Mao Ning.

Hasta el último rincón del planeta

El presidente de Argentina, Javier Milei defendió a Elon Musk tras las críticas por su polémico saludo, interpretado como nazi, durante la investidura de Trump. Nazi, las pelotas, recriminó Milei.

“Hoy toda la progresía internacional se monta sobre el inocente gesto de Musk para tildarlo de nazi […] Elon no está solo. Los que luchamos por la libertad ya no estamos solos”, y advirtió a la izquierda: ¡Los vamos a ir a buscar hasta el último rincón del planeta en defensa de la libertad. Zurdos hijos de puta, tiemblen!