En los últimos 10 años, el pago de intereses de la deuda pública ha aumentado más rápido que el gasto en educación en los países en desarrollo. Algunas naciones de ingresos bajos y medios bajos asignan casi el mismo monto de recursos per cápita al servicio de la deuda que a la educación, según el documento Observatorio de financiación de la educación 2024 del Banco Mundial.

Los mecanismos innovadores de financiamiento para el alivio de la deuda a corto plazo, como la restructuración, los canjes y los acuerdos de deuda por desarrollo deben complementarse con una continua movilización de recursos internos, un gasto eficiente, una gestión eficaz de las finanzas públicas y un sólido crecimiento económico para garantizar que la población pueda recibir una educación de calidad, mencionó la institución financiera en la publicación que realizó en conjunto con la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

La Jornada publicó el 18 de noviembre de 2024 que en 2025 el costo financiero de la deuda pública del país será de un billón 388 mil 373.6 millones de pesos, un aumento de 5.4 por ciento real anual respecto a 2024.

En cambio, el gasto del gobierno en el sector educativo será de 465 mil 871 millones 888 mil 417 pesos, según los calendarios del ejercicio fiscal 2025, publicados el pasado 9 de enero en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Se estanca la inversión por alumno

Los gobiernos deben invertir en educación de manera apropiada, eficiente y equitativa para obtener el máximo valor de los gastos que realizan, expresó el Banco Mundial en el documento.

Destacó que el gasto total en educación de los gobiernos, hogares y donantes ha aumentado de manera constante en la última década. Sin embargo, esto no se ha traducido en grandes incrementos de las asignaciones por niño, especialmente en los países más pobres con poblaciones en expansión. De hecho, a nivel mundial, el gasto total en educación por niño no ha aumentado, informó.