Washington. El gobierno de Estados Unidos no pagó los más de 3.6 millones de dólares que debía a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en 2024, cumpliendo una amenaza basa-da en el descontento por el manejo, por parte del organismo, de los casos que involucran a nadadores chinos y otros.

Esos fondos, normalmente distribuidos por la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP), representan alrededor de 6 por ciento del presupuesto anual de la AMA.

Los estatutos de la entidad establecen que los representantes de los países que no pagan no pueden formar parte de los principales paneles de toma de decisiones de la agencia.

El zar antidrogas estadunidense Rahul Gupta figura como integrante del comité ejecutivo de la AMA, y señaló que la ONDCP está evaluando todas las opciones, y no descartó eventualmente enviar el dinero al organismo.

La AMA debe tomar medidas concretas para restablecer la confianza en el sistema mundial antidopaje y brindarles a los atletas la confianza plena que merecen, afirmó. Cuando se asignan los dólares de los contribuyentes estadunidenses, debemos garantizar una rendición de cuentas total y es nuestra responsabilidad asegurar que esos fondos se utilicen adecuadamente.

En 2022, cuando Gupta se resistió y finalmente ordenó a su oficina que enviara el saldo de su contribución anual, lo hizo con reservas, junto con una carta en la que decía que la ausencia de Estados Unidos en ese momento clave en la formulación de políticas era una situación lamentable.

La mitad del presupuesto de la AMA está cubierta por el Comité Olímpico Internacional (COI), y la otra parte por los gobiernos de todo el mundo, que reciben 50 por cien-to de los puestos en los principales comités rectores del organismo.

La contribución de Estados Unidos es el doble de la de Canadá, el país sede de la AMA, que aporta la segunda mayor cantidad de dinero entre las más de 180 naciones que colaboran.

La lucha por la financiación ha durado al menos los últimos seis años, y los temas de discusión no difieren mucho entre las administraciones de Donald Trump y Joe Biden.

Insatisfecha con el manejo del escándalo de dopaje ruso, la primera Casa Blanca de Trump comenzó a pedir reformas con la posibilidad de vincularlas a su pago anual. Más recientemente, el manejo por parte de la AMA de los casos que involucran a 23 nadadores chinos ha sido un foco de críticas.

Un estudio del gobierno estadunidense publicado en 2020 concluyó que los habitantes de ese país no aprovechaban al máximo su dinero. Poco después, el Congreso otorgó a la ONDCP la facultad discrecional de retener fondos en el futuro.

Mientras tanto, han crecido las tensiones entre la AMA y la Agencia Antidopaje de Estados Unidos, que gestiona el programa de lucha contra las drogas en ese país.

Desafortunadamente, los actuales líderes de la AMA no dejaron a Estados Unidos otra opción después de no cumplir con varias solicitudes muy razonables, como una auditoría independiente de las operaciones del organismo a raíz de la saga de dopaje en China, dijo el director ejecutivo de la USADA, Travis Tygart.

Por su parte, la AMA se mostró irritada por la Ley Rodchenkov, la cual permite a Estados Unidos procesar a personas de cualquier nacionalidad implicadas en conspiraciones de dopaje. Ese proyecto fue firmado por Trump al final de su primer mandato de presidente.

El COI sugirió el año pasado que las investigaciones permitidas por la ley podrían costarle a dicho país la oportunidad de albergar los Juegos Olímpicos de Invierno en Salt Lake City en 2034.