Una restructuración en la Comisión de Árbitros provocó que Armando Archundia perdiera poder al pasar de presidente del organismo a director de delegaciones arbitrales y mentoría. La nueva designación es parte del organigrama que anunció la Federación Mexicana de Futbol y con el cual despejó la incertidumbre respecto al futuro del ex silbante internacional.

Versiones señalaron desde la noche del martes una supues-ta renuncia por parte de Archundia como titular de la Comisión de Árbitros. No obstante, medios indicaban que el ex colegiado seguiría dentro del organismo.

Ahora, todo quedó despejado. Archundia continuará en la Comisión, aunque alejado del puesto de máxima autoridad. Así, culmina una gestión de poco más de dos años al frente de la entidad en los cuales destaca la aprobación para revelar los audios del VAR y el debut de Katia Itzel García como la se-gunda mujer en la historia en di-rigir un partido de Primera División varonil en México.

Juan Manuel Herrero fue confirmado como director general de la Comisión, luego de haber sido nombrado en noviembre en este puesto tras el anuncio de una restructuración. El segundo al mando será Carlos Roberto Figueroa, al frente de la subdirección de estrategia y proyectos.

▲ Armando Archundia ahora se desempeñará de director de delegaciones.Foto Cuartoscuro

También habrá un comité asesor que estará integrado por un ex árbitro, Diego Montaño; un ex futbolista, Luis Fuentes; y un ex director técnico, Miguel España.

En la dirección técnica permanece el chileno Enrique Osses; en la subdirección de desarrollo humano y performance estará la ex colegiada Mayte Chávez, quien recientemente se retiró, mientras Pilar Espinoza dirigirá la subdirección de administración y logística. Estos tres puestos tendrán el mismo rango que ahora osten-ta Archundia.

La Comisión señaló que estos cambios tiene la finalidad de asegurar la justicia deportiva en el futbol mexicano, promover la claridad y transparencia en todos los procesos, garantizar la seguridad económica de los árbitros, proporcionar las herramientas necesarias para la toma de decisiones, a través de un método que considere pesos y contrapesos con procedimientos claros y documentados, así como proporcionar a los árbitros altos niveles de escenario internacional.