Residentes de la colonia El Capulín, en la alcaldía Álvaro Obregón, impidieron el ingreso de trabajadores a la obra del Tren Interurbano México-Toluca, en el tramo que comprende la avenida Río Tacubaya y Bajada de El Capulín, con la finalidad de protestar porque no se les ha entregado el dictamen estructural de 33 viviendas, las cuales, dijeron, tienen diversas afectaciones, por lo que anticiparon que el bloqueo pacífico se prolongará hasta este sábado.

El vocero del grupo Vecinos Unidos El Capulín, Juan Esteban Barrera, indicó que son ocho puntos del pliego petitorio que presentaron a las autoridades del gobierno capitalino para que puedan reingresar los trabajadores a la obra, entre los que se encuentra la continuidad de apoyos económicos que sólo se entregaron de septiembre a diciembre del año pasado.

También piden la destitución de personal del área de obras inducidas y afectación, entre ellos Tomasa Guadalupe Juárez García y Pedro Bello Aguilar, a quienes acusaron de no escuchar ni atender a los afectados, por lo que reprocharon que parece que trabajan para las empresas.

Esta es la segunda ocasión en la que los habitantes de la zona impiden el ingreso de los empleados sin que hasta ahora hayan conseguido la entrega de los dictámenes por afectación, los cuales, indicó Barrera, se nos han negado desde agosto a pesar de haberse realizado los levantamientos por un director responsable de obra, por lo que también solicitaron la entrega de un acta notarial para que tenga validez y vigencia.

Por su parte, Ricardo Martínez, residente de la colonia desde hace 45 años, mencionó que la obra sigue y las afectaciones a las viviendas, a electrodomésticos y al estado de salud de los vecinos también.

Relató que a varios habitantes se les han descompuesto las pantallas de televisión, el horno de microondas y los refrigeradores porque los trabajadores que manipulan las grúas retiraron los cables de energía eléctrica, con lo que ahora hay subidas y bajadas de voltaje que echan a perder los aparatos electrodomésticos.

Entrevistados durante la protesta que empezaron a las seis de la mañana con una fogata y la quema de algunas llantas, señalaron que hay al menos cuatro coladeras sin tapa que sólo están cubiertas por tablas desgastadas o dovelas de plástico, además de que permanecen desechos de drenaje en la vía pública, lo que ha provocado la proliferación de fauna nociva.