Toronto. El Partido Liberal del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, debe encontrar un nuevo líder mientras enfrenta las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles elevados, cuando faltan unos meses para los comicios.

Trudeau anunció su renuncia después de sufrir una creciente pérdida de apoyo tanto en las filas de su partido como en el país. El hijo de Pierre Trudeau, uno de los primeros ministros más famosos de Canadá, se volvió profundamente impopular entre los votantes por diversos problemas, como el alto costo de los alimentos y la vivienda, así como la creciente inmigración.

La agitación política llega en un momento difícil. Trump sigue refiriéndose a Canadá como el estado número 51 de Estados Unidos y ha amenazado con imponer aranceles de 25 por ciento a todos sus productos.

El futuro jefe de la Casa Blanca señaló ayer que no usaría la fuerza militar para invadir la nación, que cuenta con más de 40 millones de habitantes y es uno de los miembros fundadores de la OTAN.

Advirtió, sin embargo, que emplearía fuerza económica. Si Trump aplica aranceles, se avecina una guerra comercial y Canadá ha prometido tomar represalias.

El presidente electo sostuvo que su país no necesita nada de Ottawa y aseveró que el déficit comercial de Estados Unidos con Canadá –nación rica en recursos naturales que proporciona a Estados Unidos materias primas– era un subsidio que llegaría a su fin.

Alrededor de 60 por ciento de las importaciones de crudo de Estados Unidos son de Canadá.

No hay ninguna posibilidad de que Canadá se convierta en parte de Estados Unidos, publicó Trudeau en su cuenta de X. Los trabajadores y las comunidades de ambos países se benefician de ser los mayores socios en comercio y seguridad.

Los liberales necesitan elegir un nuevo líder antes de que el Parlamento reanude sesiones, el 24 de marzo, porque los tres partidos de la oposición dicen que destronarán al gobierno liberal en una votación de censura a la primera oportunidad, lo que desencadenaría una elección.

No es frecuente que los gobernadores de bancos centrales sean comparados con estrellas de rock. Pero Mark Carney, el ex jefe del Banco de Canadá, fue considerado así en 2012. Es un economista muy educado con experiencia en Wall Street a quien se atribuye haber ayudado a Canadá a esquivar lo peor de la crisis económica mundial de 2008 y haber ayudado a Reino Unido a gestionar el Brexit. Carney lleva tiempo interesado en convertirse en primer ministro, pero carece de experiencia política.

La ex ministra de Finanzas Chrystia Freeland también es una de las principales candidatas. Después de que renunció, Trump llamó a Freeland totalmente tóxica y nada propicia para hacer tratos. Freeland es muchas cosas que parecerían irritar a Trump: una ex periodista liberal.

Otro posible candidato es el nuevo ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc. El ex ministro de Seguridad Pública y amigo de Trudeau acompañó recientemente al primer ministro a una cena con Trump en Mar-a-Lago. Fue el niñero de Trudeau en su infancia.

Muchos analistas comentan que el líder conservador Pierre Poilievre formará el próximo gobierno. Poilievre es un populista aguerrido que culpó a Trudeau de la crisis del costo de vida en Canadá. Con 45 años de edad, es un político de carrera que atrajo grandes multitudes durante su campaña por el liderazgo de su partido.