San Pedro Sula. Unos 200 hondureños partieron ayer en caravana hacia Estados Unidos desde la ciudad de San Pedro Sula, pese a las amenazas de Donald Trump de realizar la mayor deportación de migrantes cuando asuma la presidencia en dos semanas.

Se reunieron en una terminal de transporte, algunos incluso viajan con niños, y emprendieron la caminata de unos 120 kilómetros hacia la frontera con Guatemala.

La intención es salir del país y, primero Dios, llegar a Estados Unidos, contó a la agencia Afp Leticia Alvarado, quien proviene de una aldea del caribeño puerto de Tela.

Los migrantes se quejan de la falta de oportunidades de empleo y de la violencia que desde hace décadas afecta a los hondureños por las pandillas y el narcotráfico.

Jesús Alberto Villanueva reconoció que emigrar es difícil porque el camino es peligroso, pero es lo que toca porque en Honduras no hay trabajo o pagan una miseria.

Es cuestión de suerte

Villanueva dice que no se sabe si Trump va a cumplir sus amenazas contra los migrantes. Ahí es la suerte de cada quien, comentó.

Vamos a ver si Dios nos abre una nueva puerta allá en territorio estadunidense, declaró Esaú Cerrato, otro miembro de la caravana.

Trump hizo de la política migratoria uno de los temas dominantes de su campaña electoral y ha prometido deportaciones masivas en cuanto asuma el gobierno el 20 de enero.

Según las autoridades del país centroamericano, unos 280 mil hondureños podrían ser deportados. En 2024 fueron expulsados más de 37 mil.

Cerca de 2 millones de hondureños, la mayoría indocumentados, viven en Estados Unidos y ayudan a sostener la economía.

De acuerdo con cifras del gobierno, en 2024 Honduras recibió poco más de 9 mil 627 millones de dólares en remesas, lo que equivale a más de 25 por ciento del PIB.

Los hondureños fueron los primeros en salir en caravanas. En octubre de 2018 partieron unos mil 500 desde San Pedo Sula, y se fueron sumando guatemaltecos, salvadoreños y mexicanos.

Sin embargo, fueron pocas las caravanas que pudieron pasar por Guatemala.