Entre enero y noviembre de 2024 las remesas que llegaron el país ascendieron a 59 mil 517 millones de dólares, cifra sin precedente para un periodo similar, un incremento de 2.9 por ciento en comparación con los 57 mil 821 millones de dólares de los primeros 11 meses de 2023, reveló este jueves el Banco de México (BdeM).

El avance, que fue impulsado por un mayor dinamismo en noviembre, señalaron analistas, es una señal de que el flujo de remesas no se ha visto afectado por la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, lo que catalogaron de sorpresa tras dos meses consecutivos en declive debido a menores montos de envío.

En noviembre de 2024, según informó el banco central, las familias mexicanas que se benefician de estas transferencias recibieron 5 mil 435 millones de dólares, un incremento de 10.6 por ciento frente a los 4 mil 913 millones de dólares reportados en el mismo mes de 2023.

El flujo acumulado de los ingresos por remesas en los últimos 12 meses (diciembre 2023-noviembre 2024) fue de 65 mil 15 millones de dólares, lo que significa un crecimiento de 0.8 por ciento respecto al monto acumulado a 12 meses registrado de noviembre de 2023 a octubre de 2024, que fue de 64 mil 493 millones de dólares.

Flujo sin merma

Tras el reporte del BdeM, analistas de BBVA México destacaron que el flujo de remesas hacia territorio mexicano no se ha visto afectado luego de que Donald Trump resultara electo presidente del país vecino.

Las subidas y bajadas que han tenido las remesas a lo largo de 2024, planteó el banco, son resultado de diversos factores, como la valuación del peso respecto al dólar o la incertidumbre que se vive por una posible desaceleración de la actividad tanto en México como en Estados Unidos este nuevo año.

BBVA precisó que de enero a noviembre, las remesas a México han mostrado un comportamiento muy volátil, con importantes aumentos en su flujo en los meses de abril, junio, agosto y noviembre, y con caídas en marzo, mayo, julio, septiembre y octubre.

“Estas fluctuaciones se explican, en parte, por factores coyunturales como las fuertes variaciones en el tipo de cambio y por factores estructurales como los ajustes en el mercado laboral estadunidense en 2024, relacionados con los signos de una posible desaceleración de su economía en 2025.

Lo anterior podría conllevar a una menor absorción de la mano de obra migrante, señaló la institución financiera.

Nuevo escenario

Enfatizó en que a diferencia de lo ocurrido hace ocho años, esta vez el flujo de remesas no se incrementó de manera considerable producto del temor a las deportaciones masivas. En noviembre de 2016, cuando ganó las elecciones presidenciales en el que fue su primer periodo, las remesas tuvieron un súbito incremento de 25.8 por ciento debido a las amenazas del endurecimiento en la frontera, de deportaciones masivas y por un posible impuesto a los envíos.

Además, recordó que en noviembre de 2016 el peso se depreció 5.2 por ciento frente al dólar debido, en parte, a los riesgos de la negociación del entonces Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Ahora, en noviembre de 2024, con la victoria electoral del presidente Trump para un segundo término de gobierno, el peso mexicano tuvo una depreciación mensual de 3.3 por ciento frente al dólar estadunidense, la cual podría considerarse como una fluctuación dentro de los rangos del mercado.

Analistas de Monex calificaron de sorpresivo el crecimiento que tuvieron las remesas en noviembre, pero señalaron que seguirán en niveles similares, manteniéndose como un motor de la economía. Se espera que estos recursos cierren el año en aproximadamente 66 mil millones de dólares, cifra histórica para un año.