Con el objetivo de fortalecer la lucha contra la corrupción y la impunidad, la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno (SABG), que sustituye a la Secretaría de la Función Pública, comienza operaciones con una nueva estructura.

El cambio incluye la creación de dos subsecretarías. Una es la de Buen Gobierno, que estará enfocada en la mejora continua de la administración pública federal, con especial énfasis en la supervisión y regulación de las contrataciones públicas; la promoción de la participación social y la responsabilidad compartida entre ciudadanos y gobierno; la puesta en operación de estrategias para prevenir la corrupción y fomentar la modernización administrativa, así como la gestión de plataformas digitales para promover la integridad y la transparencia, de acuerdo con el nuevo reglamento interno de la dependencia –que entró en vigor ayer– a cargo de Raquel Buenrostro.

La otra subsecretaría es de Anticorrupción, que tendrá a cargo la fiscalización y el combate a la impunidad, con atribuciones como la coordinación de auditorías gubernamentales, la supervisión de órganos internos de control en dependencias y entidades públicas, la planificación y ejecución de estrategias de control y evaluación de programas federales y el seguimiento de denuncias y la resolución de procedimientos relacionados con actos de corrupción.

El reglamento, publicado el 31 de diciembre en el Diario Oficial de la Federación, establece la creación de una Unidad de Combate a la Corrupción, la cual coordinará las investigaciones por presunta responsabilidad de faltas administrativas de servidores públicos y de particulares que se inicien de oficio, por denuncia o a raíz de las auditorías practicadas por las autoridades competentes o, en su caso, de auditores externos. Dicha unidad tendrá la facultad de interponer denuncias ante el Ministerio Público.

La nueva dependencia, que se apresta a asumir las facultades y estructura del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) –cuya extinción fue aprobada por el Congreso– también contará con una Dirección General de Transparencia, que coordinará la elaboración de proyectos de la política general de transparencia y acceso a la información pública del gobierno federal, así como las políticas de gobierno abierto y datos personales.

El reglamento establece una Unidad de Políticas para el Servicio Público que, entre sus atribuciones, puede emitir las disposiciones, reglas y bases de carácter general, políticas, normas y lineamientos en materia de profesionalización e integridad pública, así como el servicio profesional de carrera. Agrega que la SABG contribuirá al adecuado funcionamiento del Sistema Nacional Anticorrupción y del Sistema Nacional de Fiscalización.

Por otra parte, también inició operaciones la Secretaría de las Mujeres.