En 2024 se conmemoró el centenario del Manifiesto del Surrealismo, y México no se quedó atrás en la celebración, pues el país jugó un papel relevante en el desarrollo de este movimiento.

Fue el 15 de octubre de 1924 cuando el poeta francés André Breton (1896-1966) publicó, junto con sus colegas Philippe Soupault y Louis Aragón, el documento que revolucionaría la manera de ver la realidad al cuestionar los valores del mundo occidental moderno. El texto se considera un tesoro nacional y actualmente se resguarda en la Biblioteca Nacional de Francia.

Breton viajó a México en 1938, donde, entre otras cosas, redactó junto con Diego Rivera el Manifiesto por un Arte Revolucionario Independiente, en julio de ese año. Impartió un ciclo de conferencias en la Galería de Arte Mexicano, que en 1940 fue sede de la Exposición Internacional de Surrealismo, a cargo de Wolfgang Paalen y César Moro, dos pintores de esa corriente refugiados aquí.

Influencia

Además, con el estallido de la guerra civil española y la Segunda Guerra Mundial, México fue destino de artistas y escritores ligados al surrealismo, como Alice Rahon, Remedios Varo, Leonora Carrington, Kati Horna, Chiki Weisz, Benjamin Péret y Gerardo Lizarraga, quienes con el tiempo influirían en el arte local.

Para conmemorar el hito, este 2024 se organizó el coloquio internacional 100 años de Surrealismo en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, con el objetivo de analizar y debatir el surgimiento de una de las vanguardias más influyentes del siglo XX, cuyos efectos y potencias resurgen en nuestra cultura de las más variadas formas y con derivas aún insospechadas. El encuentro exploró el desarrollo de esta corriente en México y América Latina.

En lo que a exposiciones se refiere, la Universidad Autónoma Metropolitana presentó La acústica de Leonora Carrington: Arte, escritura y feminismos, con la finalidad de explorar los procesos de escritura tal vez desconocidos de la pintora y escultora.

Luego, en el Museo de Arte Moderno el público disfrutó Una tuna y una torre de luz sobre un pupitre: Ficciones de la modernidad, exposición centrada en mostrar qué es lo que define la modernidad artística en México a partir de ejes como el nacionalismo, la internacionalización, el sueño latinoamericano, el estatus de vanguardia y la modernización del país. Aunque no es una muestra dedicada al surrealismo, comprende obra de artistas mexicanos influida por este movimiento.

En tanto, Alan Glass: Sorprendente hallazgo es una exposición retrospectiva de 125 obras del artista surrealista de origen canadiense, radicado en México desde 1963 hasta su muerte en 2023, abierta en el Museo del Palacio de Bellas Artes. Glass se trasladó a París en 1953, donde se conectó con el movimiento surrealista. Una calavera de azúcar, vista en la casa de Aube, hija de Breton, lo atrajo hacia México. En 1961 realizó su primer viaje al país y en 1963 se instaló definitivamente en la Ciudad de México.

Desde que abrió sus puertas en 1986, el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo se ha dedicado a explorar el arte y los personajes relacionados con la pareja de pintores. De allí que el recinto recibió Aube Breton: Una estancia surrealista, exposición de collage, técnica que desde los años 70 ha desarrollado la única hija del padre del surrealismo. La artista, quien el 20 de diciembre cumplió 89 años, es quizá una de las últimas personas vivas que conocieron a Kahlo.

Aube y Glass fueron amigos. Su correspondencia, antecedente del arte postal, está presente en la exhibición. El archivo del recinto también registra con fotografías y documentos la visita de Breton, su esposa, Jacqueline Lamba, y Aube.

El estridentismo

Mientras París experimentaba los vientos surreales, en las ciudades de Puebla y México se gestaba otro movimiento de vanguardia. Al igual que los surrealistas, los estridentistas, en un principio un grupo de escritores, mostraban inconformidad ante su momento histórico. En una entrevista de la época, Manuel Maples Arce, su fundador, explicó que el estridentismo es una subversión en contra de los principios reaccionarios que estandarizan el pensamiento de la juventud intelectual de América.

El Museo Nacional de Arte, por su parte, organizó la muestra Germán List Arzubide (1898-1998), en las letras está la vida, que revisa la trayectoria del poeta y escritor que en 1922 se unió al poeta Maples Arce en el movimiento estridentista.

En el ámbito internacional, el Centro Pompidou en París se impuso en las conmemoraciones con Surrealismo, exposición que agrupa alrededor de 500 obras, entre pintura, escultura, dibujo, textos, películas y documentos. El punto central de la muestra es precisamente el manuscrito original del Manifiesto del Surrealismo.

La exposición, vista primero en un formato reducido en los Museos Reales de Bellas Artes, en Bruselas, después del Centro Pompidou, viajará a la Fundación Mapfre, en Madrid, luego a la Kunsthalle, en Hamburgo, y el Museo de Arte de Filadelfia.

En el Círculo de Bellas Artes de Madrid, la exhibición Max Ernst: Surrealismo, arte y cine ofrece un recorrido por la vida y la trayectoria del artista, con piezas en diferentes soportes: pintura, escultura, collage, frottage, libros ilustrados, fotografía, todos seleccionados por sus conexiones con el séptimo arte.