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Estrenan edición en vinilo de Redonditos, banda emblema del rock en Argentina
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▲ Indio Solari, vocalista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, popularmente llamados Los Redondos.Foto cortesía de la Secretaría de Cultura de Argentina
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Martes 24 de diciembre de 2024, p. 8

Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota venden en patriciorey.com.ar ediciones nuevas de sus dos primeros discos: Gulp! y Oktubre

Se volvieron a editar en vinilo los dos primeros discos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, la banda más popular de la historia del rock argentino. Formado en La Plata, provincia de Buenos Aires, en 1976, Patricio Rey nació de un círculo subterráneo de pocos artistas y terminó desafiando la capacidad de los estadios más grandes. Aunque rara vez trascendieron las fronteras de Argentina, no lo necesitaron para masificarse y no faltó quien señale que cierto código del lenguaje, a la usanza del lunfardo, expresión particular del tango, los convirtió en un grupo inexportable.

Además de sus líderes, el cantante conocido como el Indio Solari y el guitarrista Skay Bellinson, Los Redondos fueron acompañados en sus comienzos por una troupe de teatro y el monologuista y autor Enrique Symms. Su disco debut, Gulp!, fue editado en 1985 y en su mayor éxito, La bestia pop, retrató con ingenio las aspiraciones del conjunto: “Mi héroe es la gran bestia pop /que enciende en sueños la vigilia / y antes que cuente tres / dormirá”.

Los Redondos fueron parte de una rama particular del jipismo vernáculo, que atravesó la dictadura militar y para su primer disco se conjugaba en una nueva ola poco optimista, un destape herido por su pasado reciente. En Gulp! están presentes todos los elementos que convirtieron al grupo en mucho más que una banda de rock: algunos riffs indestructibles, más que suficientes, pero, por sobre todas las cosas, ese argot y esa forma de contar que conectó con los jóvenes durante tanto tiempo y significó más para sus seguidores que cualquier otra cosa. Ni ellos supieron explicarlo del todo, pero Los Redondos hicieron que millones de jóvenes se sintieran escuchados, algo que no consiguieron los políticos ni familias ni ningún tipo de organización social.

El riesgo es parte de vivir

En uno de los escasos registros televisivos del cantante, se ve y se escucha al Indio Solari en el año del lanzamiento de Gulp!: “La vida para mí no es una cosa que se deba proteger con algodones, debe estar expuesta, el algodón está haciendo daño a la vida. Desgraciadamente, entiendo que en este caos se corre peligro, pero yo también aprendí que el riesgo es parte de vivir. La historia del rock es eso, comienza de la primera fractura, donde todavía los jóvenes creían, en los años 50, que el papel picado era posible, que la tecnología iba a solucionar todo. Hasta que ven la primera fractura, que es del tipo ética, en sus padres: ‘sí, tenemos tres coches, está todo bien, pero papá y mamá no son felices’. De ahí la desconfianza de que el papel picado no va a alcanzar para tapar toda la mierda. De eso se trata, de encontrar la vida de una vez por todas, creo que la especie nuestra tiene derecho a eso, aunque el neocórtex indique lo contrario”. En el párrafo hay pistas de por qué el Indio se convirtió en uno de los referentes de la cultura argentina.

Antes de llegar a ser un fenómeno social inconmensurable, fueron parte de la avanzada cultural en la ciudad universitaria de La Plata, con escalas porteñas en la multimediática escuela Di Tella para ver arte nuevo y escuchar a Manal, un grupo de rock y blues local, que agregó a su electricidad el universo de letras inspiradas en el tango, cuyo eco aún se respiraba en Bue-nos Aires.

Si el rock afectó a cada país según su contexto político, en Los Redondos confluyeron el jipismo y las búsquedas espirituales y religiosas asociadas a este movimiento, el LSD, el chamanismo, la sicodelia, el tango y la cocaína, la militancia política con el halo de la proscripción y la delincuencia como temática recurrente y romántica, destape y desencanto en un solo conjunto.

Oktubre, su segundo disco, de 1986, también en vinilo, es un digno sucesor, una obra que oscila entre el anhelo revolucionario, con el hedonismo del consumo como contracara y la guerra fría de telón de fondo.

Así como la música pop actual hace ver a los roqueros en la actualidad como conservadores mayo-res de edad, la forma de la masividad de Los Redondos a mediados de los años 90 significó una diferencia insalvable para los músicos argentinos de comienzos de los 70, ya que el fanatismo por el grupo era constantemente comparado con el fervor de las barras de futbol. En esa analogía entre el fan de los roqueros y la barra brava también se conjugó cierto clasismo artístico, similar al que existió con el rock urbano en México.

Otra comparación apuntó a Grateful Dead; el grupo de Jerry García ocasionaba grandes peregrinaciones por sus conciertos, que eran una mezcla de muchos de los aspectos de la cultura de los 60, difícil de replicar fuera de Estados Unidos.

En México fueron editados por el sello Strulibus, en una tirada corta del vinilo de ¡Bang! ¡Bang! Estás liquidado (1989), renombrado para esa edición con el nombre Anti-Identikit.

Abuso policial

En abril de 1991 fue asesinado por la policía federal el joven Walter Bulacio al intentar ingresar sin boleo al estadio Obras a un concierto de Los Redondos. Su muerte se convirtió en un caso representativo del abuso policial a los jóvenes durante la era de la llamada maldita policía. El crimen marcó la salida de la banda de Buenos Aires y los conciertos se convirtieron en peregrinaciones multitudinarias a provincias que recibían a las hordas ricoteras. Sus apariciones dejaron de llamarse recitales para ser nombradas misas ricoteras.

Todo lo inexplicable, lo que no pueden desenmarañar periodistas, historiadores ni escritores en el mito ricotero, es el diferencial entre un buen grupo de música y un fenómeno social con sus propios códigos.

El clamor por su regreso fue inmediatamente posterior a su separación en 2001. El fin fue lo más cómodo para las autoridades, ya que en sus recitales se podía medir el termómetro social del momento y otros temas: la estigmatización de los jóvenes, de los pobres, las internas de la policía local encargada del operativo donde se realizará el concierto y la posterior demonización mediática de todo el asunto.

El pasado 13 de octubre, el Indio dio una entrevista al canal de streaming Gelatina, en la que declaró, refiriéndose al actual presidente argentino, Javier Milei: Tengo ganas de creer que hay jóvenes que no van atrás del enano de la motosierra.

El arreglo para volver a sacar los vinilos estaba destinado a concretarse algún día, su edición original estaba agotada hace décadas y tienen un precio muy elevado desde hace décadas.