sexo, drogas y la ternura paternofilial
José Javier Pérez Corcobado escribe novela autobiográfica en la cual ficciona su muerte
Martes 24 de diciembre de 2024, p. 7
“La sedación le será aplicada a don José Javier Pérez Corcobado esta noche del 30 de julio de 2063 del siglo XXI. Se le conectará una vía intravenosa mediante la cual se le administrarán los siguientes preparados, uno tras otro, en intervalos de 10 minutos: heroína, tiltriptamina, silocibina y fentanilo, que le permitirán a su conciencia elegir la mejor dimensión a la que desea acceder su alma hasta que el corazón se detenga… Se procederá a su incineración al aire libre, rociando la leña y su cuerpo con gasoil…”
Lo anterior no habla de la eutanasia bajo una hipotética ley de una Constitución Mundial
a Javier Pérez Corcobado (por cierto, nacido en la fecha mencionada, pero de un siglo antes), reconocido artista español que ha desarrollado su carrera durante casi cuatro décadas, acumulando más de 20 discos, varios libros de poemas, de novelas y miles de conciertos.
Mejor dicho, sí: habla de este singular, innovador, sorprendente y atípico creador, que de esa manera cierra su autobiografía. Sí, Corcobado, un músico místico, por fin descubre sus memorias en forma de ficción; en este caso, como una novela: La música prohibida, libro que aborda en 800 páginas temas como el sexo, las drogas y el rocanrol, pero también la ternura paternofilial y el amor incondicional
, dice el propio autor, el cual ha ofrecido muchos conciertos en México.
Estilo discordante
Desde finales de los 80 y a lo largo de la década de los noventa, artistas de variados estilos han solicitado sus letras, canciones o producciones: Andrés Calamaro, Clónicos, Danza Invisible, Suso Sáiz, Luz Casal, Ana Torroja, entre muchos. Buscan en él su alto contenido emocional, melódico y discordante.
Por ello, Pérez Corcobado es difícil de clasificar dentro del mundo del rock, que como escritor, se ha ganado a pulso el derecho de contar la tragicómica historia de su vida.
Mi deseo con este libro es seguir escribiendo novela, pero alejándome del pasado autobiográfico y así rencontrarme y explorar de nuevo en la ficción, en la magia, la fantasía y eliminar el tiempo y la gravedad con el amor y la poesía
, comenta Corcobado en palabras emitidas por la editorial Liburuak.
Esencia ecléctica
Cabe destacar que Corcobado comenzó su carrera musical en la década de 1980 con proyectos como Mar otra vez y Demonios tus ojos. Ha publicado poemarios como Chatarra de sangre y cielo, El sudor de la pistola 13 y Yo quisiera ser un perro (antología poética 1991-2007), etcétera. Su primera novela, El amor no está en el tiempo, fue editada en España y en Italia, traducida como Il rumore del sistema nervoso centrale.
Desde su nacimiento en Fráncfort (Alemania), el 30 de julio de 1963, hasta su definitivo establecimiento en Errigoiti (Bizkaia), la vertiginosa historia de su vida nos asalta en 42 capítulos.
La música prohibida, escrita entre mayo de 2020 y febrero de 2022, está concebida como novela, porque el personaje que me quedaba más cerca era yo. Está basada en mi vida hasta el año 2023 y, no sólo, sino hasta 2063. El último capítulo es ciencia ficción
, contó a ABC.
Creador de esencia ecléctica y bucólica, es alguien que como solista o con bandas, como Los Presumidos, 429 Engaños, Mar otra vez, Demonios Tus Ojos, Cría Cuervos y Los Chatarreros de Sangre y Cielo, ha demostrado que se puede hacer música perenne al margen de lo que impone la industria.
Corcobado, crooner del rock, estaba muerto musicalmente, había dicho el año pasado a La Jornada, por decisión propia
. Aunque ironía, en realidad, estaba escribiendo La música prohibida, que ahorapone a disposición de librerías mexicanas.
La música para don José Javier es en realidad una entidad a la que profesa amor desde niño. La persigo siempre, pero no lo lograré, porque la música perfecta no está en manos del ser humano; ésta la produce la naturaleza
, habría dicho a este medio el nacido en Fráncfort, Alemania, y naturalizado español, pero nómada de un mundo bardo.
En una charla con Página 12, de Argentina, reiteró: La música no la podemos componer los seres humanos. Es un juego que nos estamos creyendo, una especie de imitación de un dios. Jugamos a que sabemos componer música, que sabemos cantarla, que podemos tocarla con nuestros instrumentos. Y realmente somos unos impostores. Porque cuando escuchas la de la naturaleza, la que hace el viento tañendo las hojas y las ramas de los árboles, y oyes a la vez el ritmo de las olas del mar, te das cuenta que hacemos el ridículo cogiendo las guitarritas, los violines, los saxofones, los pianos y los sintetizadores. Lo que estamos haciendo es ganarnos la vida con esto, lo entiendo. Pero lo que pasa esque se abusa de este arte. Y eso es algo que yo nunca he llevado muy bien, aunque he acabado comprendiendo que soy un producto, que estoy en venta, que la gente paga por verme cantar en un escenario
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