En estaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) ubicadas en Veracruz, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y Tabasco persisten condiciones de detención preocupantes, ya que, según testimonios, hay acceso insuficiente a servicios básicos, malas condiciones higiénicas y trato inadecuado del personal, denunció el Consejo Ciudadano del instituto (CCINM).

En un informe, indicó que algunos migrantes retenidos en las estaciones de esas entidades reportaron actitudes irrespetuosas o negligentes de los agentes del instituto, lo que revela una percepción de deshumanización y discriminación, que contribuye al deterioro emocional de los detenidos.

Igualmente, hubo denuncias de que no se les considera en la toma de decisiones sobre su situación migratoria y varias personas relataron haber presenciado la separación de familias. Estos testimonios evidencian intervención insuficiente de la procuraduría en la protección de los derechos de la niñez, agregó.

Enfatizó que las respuestas indican que, en la mayoría de los casos, no hubo visitas o intervenciones del personal de la procuraduría, lo cual es especialmente preocupante, dado que la presencia de niños y niñas en estos centros requiere atención especial y la salvaguarda de sus derechos.

Asimismo, en sus relatos, los migrantes manifestaron constante estado de miedo y ansiedad debido a las condiciones de detención y la incertidumbre sobre su futuro. Algunos también señalaron la falta de acceso adecuado a servicios médicos, incluida la atención a embarazadas.

Frente a ello, el CCINM expuso que las narrativas destacan las violaciones de derechos humanos en estos centros y subrayan la urgencia de poner en marcha medidas correctivas.

Los testimonios sugieren que las condiciones de vida dentro de estos centros son precarias, con problemas que van desde la falta de acceso a necesidades básicas hasta el trato discriminatorio por parte del personal, sostuvo.

El Consejo Ciudadano también recopiló información del personal que trabaja en las estaciones migratorias de Acayucan, Veracruz; y Villahermosa, Tabasco, lo que evidenció que algunos desconocen el nombre formal de su cargo y que existe carencia de programas regulares de capacitación en derechos humanos y manejo de situaciones críticas.