Miércoles 18 de diciembre de 2024, p. 7
Osiel Cárdenas Guillén rindió su declaración preparatoria en la nueva acusación penal por la cual fue detenido, tras su entrega a autoridades mexicanas, y en los próximos días se definirá su situación jurídica, sin embargo, tiene ocho procesos penales y dos órdenes de aprehensión pendientes de cumplimentar.
Conforme a las reglas del antiguo sistema penal, Cárdenas Guillén rindió su declaración preparatoria y conoció los cargos que se le imputan en esta acusación por delincuencia organizada relacionada con el tráfico de cocaína y mariguana a Estados Unidos.
Funcionarios consultados señalaron que, conforme a las reglas procesales del viejo sistema penal, el juez de su causa podría definir su situación jurídica en los siguientes tres días y, en caso de que la defensa solicite la ampliación del plazo, esa resolución se tomará dentro de seis días.
El capo fue detenido en 2003 en Tamaulipas por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la extinta Procuraduría General de la República, en marzo de 2005 fue extraditado a Estados Unidos de manera temporal para que, una vez que concluyeran sus procesos penales y su sentencia en aquel país, fuera devuelto a México con el fin de continuar con las acusaciones en su contra.
Por esa razón, y tras declararse culpable de tráfico de drogas, lavado de dinero y otros cargos en Estados Unidos, pasó 17 años en prisión, y en agosto pasado fue puesto en custodia de autoridades migratorias.
El Ministerio Público abrió siete procesos penales en su contra por operaciones con recursos de procedencia ilícita, tráfico de drogas y delincuencia organizada, aunque a través de juicios de amparo su defensa logró acreditar que una acusación por portación de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas ya había prescrito.
Sin embargo, los funcionarios entrevistados refirieron que continuará en prisión sin derecho a la libertad bajo fianza y en las semanas siguientes se cumplimentarán tres órdenes de aprehensión más.
Cárdenas Guillén nació en mayo de 1967 en Matamoros, Tamaulipas, se convirtió en líder del cártel del Golfo en 1998 tras asesinar a su compadre Salvador El Chava Gómez y convirtió a la organización en uno de los principales cárteles del tráfico de drogas.