Miércoles 18 de diciembre de 2024, p. 7
El fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, confió en que una vez que el gobierno de Estados Unidos detuvo de nuevo a Dámaso López Serrano, El Mini Lic –que en su momento disputó el liderazgo del cártel de Sinaloa–, pueda atender finalmente la petición de extraditarlo a México para procesarlo por el asesinato del periodista Javier Valdez, corresponsal de La Jornada en Sinaloa, ocurrido en mayo de 2017.
Dentro del informe quincenal de seguridad que se presentó ayer en la mañanera presidencial, se preguntó a los funcionarios presentes sobre la reciente captura de El Mini Lic (acusado por Washington de tráfico de fentanilo), ante lo que Gertz Manero indicó: Es un tema fundamental para nosotros. Es el autor intelectual de ese asesinato (de Valdez). Al resto de los actores ya los tenemos procesados y en la cárcel; éste nos faltaba
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Detalló que desde hace varios años México ha insistido a Estados Unidos, en innumerables ocasiones
, la entrega de López Serrano, pero no se había concretado debido a que era testigo colaborador.
Ellos habían señalado que era un testigo protegido por el gobierno estadunidense y que les estaba dando mucha información, y que, en razón de eso, no podían ayudarnos en esa forma.
Sin embargo, ahora que fue detenido nuevamente, ellos mismos están reconociendo que este individuo está delinquiendo, por lo que hay razones más que suficientes para que, ahora sí, nos apoyen
.
Una vez que se supo de su nueva captura, refirió el funcionario, se hizo la petición de entrega a México. Cuando nos den la respuesta, se las daremos a conocer
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El 23 de enero de 2020, la Fiscalía General de la República obtuvo una orden de aprehensión contra López Serrano por el crimen de Valdez, quien fue acribillado a tiros afuera de las instalaciones de Ríodoce en Culiacán el 15 de mayo de 2017.
Como se ha informado en estas páginas, El Mini Lic ordenó el asesinato de Javier Valdez en represalia por el trabajo periodístico que realizó en torno a las disputas internas que se vivían desde 2016 por el liderazgo de la organización criminal, en las que estaban involucrados él, Alfredo e Iván Guzmán Salazar, hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
Tras la captura de El Chapo en 2015, El Mini Lic y su padre, Dámaso López Núñez –quien colaboró en la primera fuga de Guzmán Loera– aspiraban a dirigir el cártel desplazando a Los Chapitos, pero ante la presión de éstos y la captura de su padre, en 2017 decidió entregarse a las autoridades de Estados Unidos y convertirse en testigo colaborador, por lo que se le dio libertad condicional en 2022.