Damasco. El jefe de la coalición que tomó el poder en Siria, Ahmed al Sharaa, anunció ayer que los grupos de milicianos serán disueltos y sus combatientes integrados al ejército del nuevo poder; asimismo, reclamó ante diplomáticos británicos el levantamiento de las sanciones internacionales contra el país árabe.

Después de casi 50 años de dominio del clan Al Assad, las nuevas autoridades se enfrentan al desafío de unificar un país desgarrado por 13 años de guerra y de tranquilizar a la comunidad internacional, que empieza a establecer contacto con sus dirigentes.

Al Sharaa se reunió anteayer con representantes del Reino Unido y ayer dialogó con la primera misión diplomática francesa enviada a Damasco en 12 años.

Al Sharaa aseguró por el canal de Telegram de la coalición encabezada por el grupo pro turco Hayat Tahrir al Sham (HTS) que los grupos que combaten en Siria serán disueltos y los combatientes preparados para incorporarse a distintos rangos del Ministerio de Defensa, y todos estarán bajo la ley.

Al recibir a diplomáticos británicos, defendió la necesidad de levantar todas las sanciones impuestas a Siria para permitir a los refugiados regresar a su país.

En tanto, la directora de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Amy Pope, anunció que la agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desaconseja el regreso a gran escala de refugiados a Siria antes de que la situación se haya estabilizado, ya que el sistema no puede soportar esta afluencia. Según cálculos de la ONU, un millón de refugiados sirios podrían volver a su país entre enero y junio de 2025, tras el derrocamiento de Al Assad.

Mientras, en la primera vez que un primer ministro israelí en funciones entra en Siria, Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa, Israel Katz, visitaron a las tropas en territorio sirio ocupado. Desde la cima del monte Hermón, en Siria, Netanyahu aseguró que la presencia de las tropas israelíes continuará en una zona de contención desmilitarizada en la frontera siria, y en el monte Hermón, todo el tiempo que sea necesario y hasta que se encuentre otra solución que garantice la seguridad de Israel.

Tel Aviv se apoderó de una franja en el sur de Siria, en la frontera con los Altos del Golán, anexionados por Israel, y la denominó zona de contención, días después de que el presidente sirio Bashar al Assad fue derrocado por los rebeldes, el pasado día 8. La designación de esta zona de contención por parte de Israel ha provocado condenas; los críticos acusan a Tel Aviv de violar el alto el fuego de 1974 e incluso de aprovechar el caos en Siria para apropiarse de tierras.

Mientras, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, afirmó que Israel busca rodear a Hezbollah desde Siria, ante los avances militares del ejército israelí en territorio sirio.

Jamenei afirmó que los enemigos están profundamente equivocados si piensan que la situación en Medio Oriente supone el fin de la resistencia.

Por último, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió que su país no permitirá que los kurdos y el Estado Islámico desarrollen actividades en Siria.