“Es una estrategia legal. Me declararon loca sin estarlo. Es lo peor que me ha pasado en la vida. Dudé de mi propia cordura, por eso me he hecho varios tests siquiátricos, pero siempre salgo normal, nunca he tenido un resultado adverso, sólo cuando mi ex compró a los peritos.”

Así lo afirma llorando, en entrevista con La Jornada, Silvana del Río Aguado, quien lleva cuatro años sin ver a sus hijos: Alejandro, de 11, y Ander, de 9 años, a consecuencia de un tortuoso proceso judicial de divorcio que incluye pérdida de la patria potestad, convivencias y alimentos, interpuesto por su ex esposo, el abogado Alejandro Gutiérrez Muñoz, rector del Instituto Nacional Especializado en Ciencias Jurídicas y fundador del Colegio de Abogados del Derecho Público y Privado de México.

Para quitarle la custodia de los menores, el padre de sus hijos interpuso un juicio de interdicción, con la intensión de declararla incompetente para manejarse de forma autónoma, debido a supuestas limitaciones o enfermedades de tipo siquiátrico.

“Él quería que me diagnosticaran y me condenaran como una mujer discapacitada y Gutiérrez Muñoz ser mi tutor. Lo cierto es que mi ex pareja nunca nos ha visto ni a mi ni a mis hijos como personas, nos ve como parte de su propiedad.”

Cuenta que su primer abogado, Simón Rangel Servín, le cobró 150 mil pesos y luego se vendió con la contraparte. En el expediente 2246/2016 en la Ciudad de México, están incluidas las argucias legales que su ex esposo utilizó para quitarle a sus hijos. Asimismo, usó el expediente 800/2017 radicado en el Poder Judicial de Querétaro, donde vivían, el cual estaba ya desistido por ambas partes y sin valor probatorio, para argumentar que padecía una enfermedad mental.

Él asignó al perito siquiatra, Fernando López Munguía, para que dijera que yo estaba loca, basado en una entrevista que le hicieron al señor. El siquiatra presentó un peritaje sin entrevistarme, en donde dice que yo tengo varios trastornos, y entonces supuestamente con eso acreditaban la interdicción, luego el otro médico Jorge Iván Betancourt Cortés hizo otro peritaje basado en el de López Munguía.

El 18 de noviembre de 2020, el juez Eduardo Rafael del Moral Rincón, del juzgado primero familiar de la Ciudad de México, alegó riesgo con la opinión del perito López Mungía, que nunca tuvo valor probatorio, y decidió quitarle la custodia. Su abogada en ese momento, Claudia Ramos Escarpín, con cédula 2819735, se vende a la contraparte y le da la dirección del hotel en Chiapas donde se encontraban Silvana y los niños de vacaciones.

“Me quitan a mis hijos con uso de la fuerza pública, como si fuéramos criminales. Y el actuario me ordenó: ‘¡Me va a entregar a sus hijos!’, mientras los niños de 7 y 5 años en ese entonces, llorando y frente a ellos, el actuario añadió: ‘¿Tenemos aquí un sicólogo que trate con esta loca?’. Todo fue muy violento. Se llevaron a mis hijos y se los entregaron a su padre. Sin permitirnos despedirnos”, dice aún traumatizada por esos hechos.

Historia de terror

Lo que empezó en 2012 como una incipiente historia de amor, muy pronto se convirtió en una pesadilla, dice Silvana: Ha sido muy doloroso todo el proceso. La presencia de Alejandro, que llega con chaleco antibalas y escoltas en cada cita judicial, te absorbe la vida y la energía, es un vampiro energético. Es muy influyente y está apoyado por el priista José Alfredo Fermat Flores.

Añade: Yo soy su tercer divorcio. No fue una relación que yo haya buscado o querido. Fue una relación muy extraña, porque no nos habíamos dado ni besos, no hubo un proceso natural de pareja. En mi primera relación sexual quedé embarazada porque él me dijo que tenía una enfermedad y que no me iba a embarazar. Tiene dismorfia corporal, tiene miembro infantil, se hizo una cirugía de extensión, se tiene que inyectar y tomar unas pastillas para tener erecciones.

La violencia de género en el matrimonio llegó muy pronto: Durante todo el embarazo sufrí mucha violencia, porque él dudaba de la paternidad del bebé. Hizo pruebas de ADN y además le arrancó el cordón umbilical a mi bebé sin avisarme y luego se lo llevó para hacerle otros estudios de paternidad.

Al cumplir un año de casados, pidió el divorcio: Me mandó a su mamá a convencerme de que no tirara la toalla y fuimos a terapia y nos mandaron a pasar una noche juntos y en esa ocasión me embaracé de mi segundo hijo. Prácticamente, en todo mi matrimonio tuve máximo 10 relaciones sexuales muy deprimentes, desagradables y violentas.

Peritos y abogados sobornados

Por medio del amparo 761/2020 en el juzgado décimo civil, Silvana obtiene la suspensión con efecto restitutorio para que le regresen a sus hijos: “Pero la abogada Claudia, que ya se había vendido, no me avisa y el día que me presenté en el juzgado, no pueden acompañarme mis hijos, ya que el actuario había muerto por covid, y entonces, la contraparte interpuso recurso de queja (lo consiguieron revocando mi suspensión), porque los magistrados del colegiado, Fortunata Florentina Silva Vázquez, Ismael Hernández Flores y Carlos Manuel Padilla Pérez Verti revocaron la medida en el recurso de queja 5/2021 que sustancia el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito el 27 de enero de 2021, en donde por el peritaje había riesgo para los niños y se perdió ese amparo”.

Casi un año después de no ver a sus hijos, el juez del Moral Rincón concede las convivencias en la modalidad virtual, solicitando correos electrónicos de ambos progenitores, pero Gutiérrez Muñoz nunca accedió a dar su correo como estrategia para retrasar el encuentro de la madre con sus hijos.

Transcurrió otro año y fue hasta el 5 de septiembre de 2022, cuando la jueza Erika Magaly Correa Riofrío (quien sustituyó al juez del Moral Rincón) programó la plática de los infantes: Los niños llegaron encapuchados para que no los pudiera ver ni ellos a mí. La jueza lo permitió. Y así, en esas circuns-tancias, lleva a cabo el encuentro, pero no se contó con la presencia de especialistas en sicología en el testimonio, contrario a lo que establece la Suprema Corte de Justicia, y decidió quitarme los encuentros con mis hijos, basándose únicamente en el dicho de los niños que dijeron que no querían verme, manipulados después de dos años de separación.

Desesperada por no ver a sus hijos, Silvana sigue en litigio con su abogado José Francisco Zavala Castillo, el expediente 834/2021 del juzgado octavo de proceso oral en materia familiar de la Ciudad de México a cargo de las juezas Laura Mejía Sosa y Eréndira Segura Yáñez, promovido por su ex marido para quitarle la patria potestad.

Y a continuación Gutiérrez Muñoz promueve amparo indirecto 288/2022 para que se revierta la revinculacion, pero se lo niegan y no lo recurrió en revisión: En junio de 2023, ordena periciales de siquiatría y sicología en el expediente 834/2021 y justo ahí después de que no puede impugnar la revinculación, me imputa la comisión de un abuso sexual contra mis hijos.

Un abuso sin pruebas

Añade: El año pasado, la pericial en sicología hecha por un perito del Tribunal Superior refiere que mis niños relatan un abuso sexual que se concluye que es absolutamente falso, debido a que los niños tienen lenguaje de adulto, expresando lo que el padre les dice que digan. Inicialmente, mi ex marido mintió diciendo, sin presentar prueba alguna, que yo maltrataba a los niños física y sicológicamente, y como no procedió, en diciembre de 2023, a tres años de no ver a los pequeños, dijo que los abusaba sexualmente, ¡una barbaridad!.

Con las influencias y el dinero de su ex marido, Silvana denuncia la corrupción en el Poder Judicial que primero la calificó de loca y ahora de abusadora sexual, para quitarle a sus hijos. Dice que el paidosiquiatra Víctor Manuel Velázquez López dictaminó finalmente el abuso sexual en una cuartilla y media, sin cita bibliográfica y con sólo una entrevista de una hora con los infantes el pasado 11 de julio de 2024, grabación que en el juzgado familiar dijeron no encontrar.

Justicia ya

Silvana lleva cuatro años en los juzgados, el último expediente que atiende es el 1405/2024 en el juzgado sexto de proceso oral en materia familiar de la Ciudad de México para atender la petición de pasaportes que hizo su ex marido a la jueza María del Rocío Martínez Urbina, para llevarse a los niños al extranjero y su sustituta, la jueza Correa Riofrío, concedió la salida de los infantes, pero hay un amparó y está vigente la suspensión provisional.

Su abogado Zavala Castillo consideró que los niños pueden ser sustraídos por su progenitor: Este es un caso de abuso hacia una mujer, estamos tratando con un sicópata narcisista. Es el caso más difícil que he tenido en derecho familiar. Desde el inicio, cuando vi cómo le quitaron sus hijos con la policía, vi corrupción judicial.

Exigimos que los niños regresen con su mamá. Hay violencia vicaria. Y cuando regresen, esos infantes no pueden volver a tener contacto con el padre agresor porque cuando el mal es tan grave, eso puede provocar el suicidio de la madre o el homicidio de los niños.

Silvana toma un trago de agua, no para de llorar, se seca las lágrimas con las manos y dice: “He pasado por una depresión muy fuerte, pero he sobrevivido por mis hijos. Voy a seguir luchando por ellos. Antes admiraba a los jueces, a los magistrados; ahora me parecen las personas más deleznables, inhumanas, corruptas, sin madre. No tienen madre, con esa falta de madre, le quisieron extirpar la madre a mis pobres hijos”.