Obra de la dramaturga Amaranta Leyva // El personaje es como esa vocecita que te empuja a atreverte a hacer lo que te da miedo
, afirma
Lo más poderoso del montaje es cuando la vaca hace preguntas a los niños y luego escucha atenta sus respuestas, cuenta la creadora.Foto Arisbeth López
Martes 10 de diciembre de 2024, p. 4
Los niños son los auténticos embajadores del cambio
, afirma Amaranta Leyva, creadora de la Vaca Verde. Este entrañable personaje protagoniza una obra infantil que transforma los deseos en nieve y enciende la magia del espíritu navideño.
En entrevista con La Jornada, la también dramaturga, actriz y titiritera explicó que los niños cuentan sus miedos, sus sueños y, en ocasiones, secretos que guardan muy dentro. Lo más poderoso de este montaje es cuando la vaca les hace preguntas y después escucha atenta sus respuestas
.
La vaca muy verde porque llegó la Navidad, cuyas funciones se desarrollan los fines de semana en La Titería, rescata la esencia de esta fiesta anual mediante cuentos clásicos, como La niña de los fósforos, de Hans Christian Andersen; Un cuento de Navidad, de Charles Dickens, y El hombre de jengibre.
Cada relato fue seleccionado por niños a través de redes sociales, lo que no sólo enriqueció la obra, sino que también la convirtió en algo verdaderamente suyo
, añadió Amaranta Leyva.
La autora recordó cómo nació la entrañable Vaca Verde en la obra Dibújame una vaca, donde simbolizaba esa vocecita que te empuja a tener ánimo y a atreverte a hacer cosas que te dan miedo
.
Desde entonces, el peculiar personaje ha evolucionado. Durante la pandemia, cuando las funciones teatrales quedaron suspendidas, la Vaca Verde se convirtió en amiga y confidente virtual de miles de niños.
Este vínculo entre la vaquita y sus seguidores trascendió el escenario. En alguna ocasión, preguntamos a los niños qué veían desde sus ventanas durante el confinamiento, y sus respuestas, tan sorprendentes, se transformaron en cuentos
, añadió la dramaturga.
Hubo pequeños que narraron cómo les afectó la muerte por covid de un ser querido; otros describieron caídas del triciclo o lo que sentían cuando sus papás se separaban. Estas historias reflejan la profundidad de la mirada infantil, una perspectiva que los adultos a menudo subestiman.
La magia del montaje no sería posible sin la participación de los asistentes. En el escenario, los niños ayudan a la Vaca Verde a conseguir su anhelado deseo de jugar con la nieve. Con técnicas que combinan títeres, proyecciones y efectos especiales, la obra es un deleite visual.
Sin embargo, el humor descarado del animalito no sólo arranca carcajadas, sino también desnuda las emociones de los adultos.
Juego y reflexión
La vaquita demuestra que ser diferente, tener sobrepeso o expresar tus emociones no es motivo de vergüenza. Esto permite que los niños se identifiquen con ella y se atrevan a ser auténticos
, puntualizó Leyva.
“Entre juegos con chocolate, el alimento favorito de la vaca, y momentos profundamente conmovedores, el espectáculo equilibra la diversión con una reflexión necesaria: escuchar a los niños, brindarles tiempo y espacio para expresar lo que sienten, así como despertar su imaginación.
Cuando los pequeños espectadores comparten sus deseos, el escenario se llena de un espíritu de comunidad y bondad, ya que todos piensan en el bien común y, cuando se les da la oportunidad, son capaces de crear un mundo más solidario y esperanzador
, concluyó la titiritera.
Las funciones de La vaca muy verde porque llegó la Navidad se realizan los sábados y domingos a las 13 horas en el Centro Cultural La Titería, Casa de las Marionetas (Vicente Guerrero 7, colonia Del Carmen, Coyoacán). La temporada finaliza el 15 de diciembre.