Domingo 8 de diciembre de 2024, p. 5
Es difícil que en México vayamos a enfrentar un escenario de oposiciones unificadas frente al actual gobierno
, dijo Uuc-kib Espadas, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE). Señaló que las dinámicas regionales y estatales no hacen propicias ni factibles coaliciones amplias de oposición.
No ha ocurrido en el pasado, y tengo dudas de que pueda suceder en el presente o en el futuro inmediato, pero en todo caso, reitero, esto es algo que las oposiciones tendrán que resolver y un consejero electoral no es quién para marcarles pauta
, subrayó.
Al comentar la obra Elecciones, erosión democrática y oposición, dentro de las presentaciones de libros editados por el INE, Espadas respondió algunas de las preguntas de los asistentes a este encuentro en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.
Recordó que las tres alternancias que el país ha tenido desde 2000 se han dado en un contexto de pluralidad. Es decir, me parece que hasta el momento no se ha generado un escenario donde el conjunto de oposiciones enfrenten como una sola fuerza al gobierno. No sé si esto va a ocurrir a futuro
.
En el caso específico de México, añadió, históricamente el contexto anterior no fue necesario ni para lograr el gran cambio de 2000, cuando el PAN, en coalición con el PVEM, venció electoralmente a un partido (PRI) que había sido hegemónico durante 70 años.
Tampoco ocurrió en 2018, cuando Morena y sus aliados enfrentaron a un PRI ya en condiciones muy distintas del anterior PRI
.
Desde luego, comentó, en 2012 la transición entre el PAN y el PRI fue mucho más tersa, entre otros factores, porque la principal oposición y el partido de gobierno compartían un programa económico.
Entonces, a diferencia de lo ocurrido en la región, particularmente en Nicaragua o Venezuela, no hay una fórmula única de derrota de un partido gobernante.
En México, continuó, los partidos que hoy son oposición, PRI y PAN, fueron gobierno durante los 18 años anteriores, y Morena los vio como una sola oposición política y, en ese sentido, les facturó el descontento social y se benefició de esa ola de molestia, tanto en 2018 como en 2024.