Pese a la violencia en el país, los jóvenes demuestran que hay una realidad distinta
Estrenarán en cines Sujo, película de Astrid Rondero y Fernanda Valadez
de la historia de un muchacho que busca labrarse un futuro diferente.
Martes 3 de diciembre de 2024, p. 7
Después del alboroto que se ha hecho con la película Sujo, Astrid Rondero y Fernanda Valadez exhibirán su filme el próximo jueves. En entrevista, Rondero dijo: Estamos contentas de que la cinta llegue a las salas comerciales. El estreno en esta modalidad es la última gran conquista que uno como cineasta enfrenta y, la verdad, estamos bien acompañadas y cobijadas. Esperamos lo mejor
.
La historia contiene un mensaje alentador en el contexto de violencia que viven las juventudes de nuestro país. “Sujo conversa con nuestra película anterior –señala Rondero–, Sin señas particulares, que tiene un final terrible, muy oscuro y de no tener brújula. La nueva cinta es respuesta lógica a ese cierre. También es producto de conocer a los jóvenes de las comunidades rurales donde la filmamos, que viven en una mezcla de falta de oportunidades y labrarse un camino distinto a pertenecer al crimen organizado. Esa es la energía de Sujo. No queríamos ser ingenuas en el planteamiento. La hicimos un día a la vez, cuando veníamos marcadas por la historia. Es una gran esperanza para él”.
En todos niveles, los muchachos no la tienen fácil, con independencia del contexto donde se desarrollen. La directora opina que Sujo puede dialogar con las juventudes porque en general la cinta habla de muchos temas como la masculinidad, con los que puede comunicarse con este sector, pero lo más importante es tomar el destino en nuestras propias manos. El filme desmonta un poco ese determinismo y da la posibilidad de mostrar algo distinto; coincide con los muchachos en que siempre hay una alternativa, una oportunidad distinta
, agrega.
A la pregunta de cómo es la creación a cuatro manos entre Rondero y Valadez, pues han filmado el documental El Portal, así como la mencionada Sin señas particulares, la entrevistada responde qué tanto debe consensuar, mediar o ceder, aunque “esto no sólo es para nosotras que trabajamos juntas, sino se aplica también para un director en solitario porque también tiene que hacer esas negociaciones. En el cine hay una persona que está por encima de todos los aspectos, pero en realidad siempre los colaboradores permean tu trabajo. Fernanda y yo lo aprendimos muy rápido, y esa es nuestra fortaleza. No hay una horizontalidad total porque este arte no funciona así, pero sí la hay en el sentido de que la visión de una hace crecer la idea de la otra: la duda de una ayuda a la otra a enfrentar posibles interrogantes por venir para fortalecer nuestro proyecto.
“Fer y yo hemos trabajado desde hace 16 años casi de la misma manera. Una llega con una conversación sobre el proyecto y así decidimos quién dirige, con el pensar, las ideas, el gusto y la participación de la otra. En este aspecto hemos sido muy afortunadas porque las fortalezas de una complementan las debilidades de la otra.
“En Sujo fue importante reconocer esta colaboración, y además nuestro equipo de trabajo creció lo suficiente para que pudiéramos desprendernos de la producción y así pudimos firmar en tándem.”
Otra perspectiva
Sobre si la cinta resulta una especie de exorcismo después de filmar el tema sobre el dolor, Rondero explica: “Es una buena forma de verlo. Claro, necesitamos la historia de un joven que logra salir de la violencia, por lo menos en el cierre de la historia. Creo, además, que era muy importante ver el tema de la violencia desde otro lado. Tanto Fernanda como yo tenemos interés por la realidad de nuestro país; nos duele, pero al mismo tiempo nos insta a hablar, y por eso toda esa oscuridad que nos ha tocado presenciar nos informa para seguir haciendo cosas que provoquen preguntas al público, que cree empatía, y esa es la mayor herramienta que tienen el cine y la literatura. Es decir, nos obliga a viajar en la piel de alguien más. Sujo es el chance de sentirnos un hombre joven, de pocos recuerdos y ver todas las alternativas que parecen cerradas para él, y para nosotras, como hadas madrinas, de ponerle otras opciones y hacerlas posibles”.
Ambas cineastas ya están trabajando en dos nuevos proyectos. Uno, en la Ciudad de México; es sobre desplazamientos y las muchas realidades que tiene la metrópoli. Otro las transportará a Estados Unidos. Estamos muy entusiasmadas
, cometa Rondero.
Ella también narró: “Sujo nos abrió los ojos a muchas cosas, a representar a México para los premios Oscar y Goya. Vamos recogiendo un poco lo que se va rompiendo, las cosas que hemos aprendiendo, y la película ha sido como el personaje, con buena estrella que ha conmovido a gente que no nos habíamos imaginado y eso ha abierto la puerta para mejores alternativas. Es un camino largo y rudo, pero estamos en un momento muy afortunado.
“Sujo también sirve para hacernos la pregunta de cuántos huérfanos hay por la violencia en México. La Unicef manejó una cifra alarmante de un millón 600 mil en los recientes 20 años. Lo importante es que no se ha analizado este fenómeno porque creo que es clave por la herida que ha generado en generaciones actuales y futuras.”
Otro de los temas que Rondero tocó en la charla es el reclutamiento de muchachos para dedicarse al sicariato: Ahora ya los están reclutando en linea mediante videojuegos; en cuanto a los jóvenes que desaparecen en Jalisco después de estar trabajando como guardias de seguridad, no nos enteramos de cómo son reclutados hasta que pasan a ser parte de la cifra de muertos o aprehendidos. El reclutamiento es un tema que en México nos deberá de preocupar m muchísimo
.
Finalmente señala: “Esta película me conmueve en muchos sentidos. Me siento afortunada por haber contado la historia de este joven. Quería contar la travesía de un huérfano. Las historias de crecimiento bien utilizadas nos pueden dar mucha luz de la condición humana y del momento histórico, y yo quería que Sujo fuera ese intento”.