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Nosotros ya no somos los mismos

¿Dilema o trilema? // Calderón sigue insistiendo en su inocencia con explicaciones contradictorias respecto al caso de Genaro García Luna

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▲ El ex presidente de México Felipe Calderón declaró que es respetuoso de la ley y la acción de los tribunales respecto a la aprehensión de Genaro García Luna (en la imagen).Foto Ap
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n dilema significa la necesidad de escoger, ante un problema que enfrentamos, la opción que consideramos más pertinente para una favorable solución. Así lo dijimos al iniciar la zaga sobre Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, aunque de inmediato reconsideramos: ¿y si las opciones no son dos, sino tres? La columneta propuso que la palabra para casos así, debería ser trilema y, como nadie se opuso pero tampoco apoyó, lo damos como aceptado por empate calificado. El caso de García Luna es un claro ejemplo de lo que podemos, en los momentos actuales, nominar con este entendible pero novedoso vocablo.

Apenas Genaro García Luna fue aprehendido por algunas de las múltiples agencias policiacas estadunidenses y presentado ante la autoridad judicial competente, Felipe de Jesús expresó su insostenible y onírica defensa: “…soy un hombre de leyes y respeto la acción de los tribunales” (se le olvidó que la Suprema Corte Nacional ya comienza a no ser su dependencia). Y afirmó: El caso contra García Luna no demerita su política contra el narcotráfico pues fue la responsabilidad de todo un equipo que combatió la delincuencia(o sea que confesaba el delito de delincuencia organizada pero en versión oficial). Aquí cabe perfectamente la caricatura de Hernández del 15 de octubre, en la que aparece la inconfundible cara de Calderón como una albóndiga con lentes, declarando cínicamente… Yo sí combatí la delincuencia... De hecho mañana van a dictar sentencia contra un delincuentazo (García Luna, obviamente). Por su parte, El Fisgón, presenta un Calderón con cara de: ya nomás la última y nos vamos y alegando: “Nunca tuve evidencia verificable de que Genaro trabajara para el narco… Es más, tampoco me enteré de que yo también trabajaba para el narco”.

Pero Calderón, sigue insistiendo en su inocencia y asegura en un tuit dominical que él sí, combatió la delincuencia, o sea que de tin marín de do pingüé cúcara, mácara, títere (el secretario) fue.

De lo que no queda duda es que, en gran medida, los problemas que actualmente se tienen con Estados Unidos se originaron en las torpes estrategias calderonianas, como fue la operación Rápido y Furioso y la declaración de una guerra que debió ser secreto de Estado y se convirtió en una festinada declaración pública. Además, las infidencias muy bien remuneradas a los funcionarios coludidos, alertaron y dieron a los grupos delincuenciales santo y seña de las tácticas súper secretas diseñadas entre la embajada y las dependencias del gobierno federal como la Secretaría de Seguridad Pública.

Calderón sigue con sus explicaciones contradictorias y de malísima fe, a fin de liberarse de la culpabilidad de esta hecatombe nacional, sólo comparable con el saqueo del Fobaproa, en donde él estuvo personalmente involucrado. Primero sostiene jamás tuve evidencia verificable que lo involucrara con actividades ilícitas, ni tampoco recibí información en ese sentido de agencias de inteligencia mexicanas o extranjeras que entonces confiaban e interactuaban con él. Pero de inmediato agrega respeto la acción de los tribunales. Asumo que han actuado conforme a su leal saber y entender. Por lo mismo soy partidario de que quien infrinja la ley debe asumir las consecuencias de sus actos. O sea: una de cal por cien de arena.

Esta columneta es el avance de una de las facetas que conforman el trilema mencionado para conocer después su punto de vista: Es culpable García Luna. Es culpable Felipe Calderón. Son culpables los dos.

Conoceremos lo que piensa al respecto la señora Presidenta de México, informaciones recabadas por valiosos y valientes periodistas don Alejandro Páez Varela y don Álvaro Delgado Gómez, quienes nos transmiten declaraciones del general Tomás Dauahare y del ex coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal, quienes hicieron llegar al Presidente Calderón, las evidencias que niega haber recibido y, por supuesto, la convicción que se formaron los miembros del jurado para emitir su sentencia sobre el acusado Genaro García Luna. Si hay lugar, la columneta echará su cuarto a espadas, y expresará su muy modesto punto de vista.

@ortiztejeda