La superstición, ese miedo atávico, dice que un espejo roto trae mala suerte: en el Gran Premio de Qatar un retrovisor se quebró y trajo el caos, pero dejó un resultado benéfico para el tetracampeón Max Verstappen, de Red Bull, quien ganó la carrera tras sobreponerse a una sanción que le quitó la pole. Esta cita fue terrible para el argentino Franco Colapinto (Williams), quien quedó fuera apenas en el inicio cuando hubo un choque entre Esteban Ocon (Alpine) y Nico Hulkenberg (Haas) en la primera curva.

También fue una competencia lamentable para el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), cuando en la vuelta 40, tras un reinicio, perdió el control de su monoplaza y tuvo que abandonar la pista.

Mientras, Charles Leclerc entró segundo con su Ferrari, y Oscar Piastri, el compañero de equipo de Norris en McLaren, fue tercero. Ferrari acortó así la distancia ante McLaren en la disputa de constructores.

Verstappen salió de inmediato a recuperar lo perdido tras la sanción que le quitó la posición de privilegio en la parrilla de salida. Pero su verdadera oportunidad fue cuando Lando Norris recibió una penalización.

Desde el arranque, el neerlandés cobró venganza de George Russell (Mercedes), se colocó al lado del británico para tomar la línea interior en la primera curva y luego repelió el desafío de Norris en la siguiente vuelta.

La jornada estuvo plena de incidentes que le dieron un tinte de drama. El auto de seguridad salió tres veces y Norris quedó al final del grupo con una penalización por no reducir la velocidad cuando se desplegaron las banderas amarillas de advertencia.

Alex Albon (Williams) perdió un espejo retrovisor que quedó en medio de la gran recta. Para sorpresa de todos, el director Rui Marques, un debutante en este Gran Premio, decidió no parar la carrera y sólo colocó banderas amarillas. Esta decisión provocó la confusión por la que Norris sufrió la sanción que a la postre benefició a Verstappen.

El retrovisor de Albon quedó tendido en plena pista como una trampa dispuesta para el primer descuido. Tarde o temprano alguien pasaría encima y se fragmentaría en afilados, y de mal agüero, pedazos de espejo.

Todavía se sumaron unas cinco vueltas hasta que Valteri Bottas (Sauber) destrozó ese accesorio botado en la pista y así llegaron los pinchazos en los neumáticos deLewis Hamilton (Mercedes) y de Carlos Sainz (Ferrari). Fue entonces cuando apareció el safety car.

Al reanudarse la competencia, en la vuelta 40, el mexicano Checo Pérez perdió el control de su vehículo y dio un trompo para después quedar fuera, al igual que Hulkenberg. Otra carrera pesadillesca para el tapatío.

Verstappen, quien ganó su cuarto título consecutivo en Las Vegas la semana pasada, ha salido victorioso en dos de las tres recientes competencias tras no ganar en ninguna pista desde junio.

La temporada 2024 culminará el próximo fin de semana con el Gran Premio de Abu Dabi.

Con información de Ap