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La revancha es personal

Sin odio, la segunda pelea de Óscar Valdez ante Navarrete
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▲ Óscar Valdez (izquierda) y Emanuel Navarrete (derecha) volverán a enfrentarse en diciembre próximo.Foto Zanfer Boxing
 
Periódico La Jornada
Lunes 25 de noviembre de 2024, p. a11

Todas las derrotas duelen. Todos los fracasos tienen un elemento de humillación con el cual hay que lidiar. En el boxeo las caídas son literales, se cae en la lona ante la mirada y hay que aprender a volver de esas experiencias, reconoce Óscar Valdez, quien en dos semanas deberá demostrar que supo regresar de una de sus más difíciles derrotas.

Me dolió mucho mi primera derrota (ante Shakur Stevenson en 2022), pero ninguna fue tan dura como la que tuve ante Emanuel Navarrete el año pasado, confiesa Valdez.

Aquel combate de agosto de 2023, Vaquero Navarrete arrolló a Valdez con fuerza e inteligencia. La victoria por decisión unánime fue incuestionable, incluso hoy el propio Óscar admite que la diferencia de puntos era abrumadora. Eso le lastimaron más que los golpes.

Lo que más me dolió fue que yo sabía que podía hacer mejor las cosas, se reclama a sí mismo.

Esta revancha es algo más personal. Quiero vengar mi derrota, agrega contundente.

Cuando se aproximan los combates, los contendientes suelen entrar en dinámicas de bravuconadas, se lanzan ofensas, se desafían y amenazan para agregarle interés emocional a la promoción de la pelea. Pero Valdez no suele ser ese tipo de boxeador. Sonríe y es amable hasta con sus adversarios, lo cual contrasta con el coraje que demuestra en el cuadrilátero; ahí, a pesar de su técnica elegante, puede ser fiero, demoledor e incansable con el castigo a sus rivales.

Quisieron vender esta revancha como otras peleas, pero en esta no hay odio. Nos respetamos demasiado afuera del cuadrilátero, pero cuando estemos en combate, en ese momento no pensamos en respeto sino en ganar, explica.

Esta revancha es un tema importante en la amplia carrera de Valdez, quien empezó desde los ocho años en su natal Nogales, Sonora. Cuenta que tras la derrota ante Vaquero comenzó a dudar de sí mismo, que pensó que estaba por retirarse pero tuvo que trabajar sobre su estabilidad mental para poder volver al boxeo.

Siempre hay fracasos, pero debemos volver, expone; “he regresado de una quijada quebrada en combate, de una costilla fracturada, de mi primera derrota; ahora debo saber volver de mi segunda caída que sufrí ante Vaquero”.

La presión es demasiada, pues Vaquero viene de una derrota al probar suerte en la categoría de los ligeros ante Denys Berinchyk. Valdez ahora trabaja su equilibrio mental para no ser traicionado por pensamientos negativos. El de Nogales está consciente de que una pelea se puede perder a pesar de estar en óptimas condiciones físicas, si lo que ocurre en la cabeza le juega en contra.

Llevo tantos años en esto que ahora sé que debemos cuidar esa parte, la mente, las emociones, que la ansiedad no nos intoxique, reflexiona; sólo me concentro en que voy a dejar todo arriba del ring, no prometo ni el nocaut ni la pelea del año, sólo que voy a morir en el intento.