Miércoles 20 de noviembre de 2024, p. 14
En virtud de que su prohibición no ha sido legislada en su totalidad por el Congreso, la industria petrolera continúa con la aplicación de prácticas de fracking, y de seguir, provocaría niveles críticos de estrés hídrico en cuatro de las cinco regiones potenciales para extraer hidrocarburos en México, lo que afectaría gravemente el abasto de agua para consumo humano o intensificaría los conflictos en regiones, reveló una investigación de la ONG CartoCrítica.
Beatriz Adriana Olivera Villa, especialista en minería extractivista, aseguró que la legislatura, que inició en septiembre, tiene la posibilidad de prohibir el fracking a través de la iniciativa constitucional en materia de ambiente, que ya fue aprobada en comisiones en agosto.
También pidió prohibir el uso de recursos hídricos para estos fines a través de la Ley General de Aguas, que tampoco se aprobó y también debe ser legislada a la brevedad.
Manuel Llano, coordinador del proyecto y director de la ONG, indicó que México no debe apostar su futuro energético a combustibles fósiles por el declive en la producción de petróleo, que en 2004 alcanzó su punto más alto, así como de gas, el cual fue en 2009, y aseguró que ningún nuevo yacimiento o técnica de extracción revertirá esta tendencia.
Precisó que esta crisis se presentaría en las zonas donde está la cuenca petrolera Burgos, ubicada entre Nuevo León y Tamaulipas; la de Sabinas y Burro-Picachos, en Coahuila y Nuevo León, y la Tampico-Misan-tla, localizada entre Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí. Otro punto afectado es la cuenca Veracruz, ubicada entre el sur de Veracruz y Oaxaca, sin embargo, presenta un menor riesgo hídrico por contar con mayor disponibilidad de agua.
José Rafael Flores Hernández, investigador del Conahcyt, quien realizó el estudio Estimación del consumo requerido de agua para la explotación de recursos petroleros no convencionales mediante facturación hidráulica en México
indica que para recuperar 10 de los recursos petroleros no convencionales identificados en México se deberían perforar y quebrar más de 14 mil nuevos pozos, lo que requeriría de hasta 470 mil 973 millones de litros de agua.
Antonio Hernández, habitante de Monterrey y miembro de la Alianza Mexicana contra el Fra-cking, aseguró que la explotación en México intensifica los conflictos en regiones con estrés hídrico. Ejemplificó que en la región de los Cinco Manantiales, en el municipio de Nava, Coahuila, la disputa por el uso del agua se centra entre la empresa Constellation Brands y la población local, quienes enfrentan afectaciones porque el elevado consumo de la cervecera compromete la sostenibilidad del recurso.