Miércoles 20 de noviembre de 2024, p. 4
El bailarín y coreógrafo Raúl Tamez, quien celebra 20 años de trayectoria en la danza contemporánea, creó un trío de piezas de formato pequeño y minimalista sobre la muerte y cómo las personas viven pérdidas distintas, que se presentarán en el programa Alguna vez vi a un colibrí: Una saga de tres vuelos que surcan el tiempo, en el Teatro Varsovia a partir del 20 de noviembre.
A lo largo de su carrera, Tamez ha demostrado pasión por el arte dancístico explorando nuevos lenguajes que han enriquecido la escena contemporánea.
Después de varios años de bailar en fiestas, musicales de televisión y distintas compañías de danza de México y fuera del país, ha sido muy bello realizar mi sueño de dedicarme a esta profesión y encontrar un estilo y lenguaje
, afirmó en entrevista el también codirector de La Infinita Compañía.
Refirió que como resultado de su búsqueda creativa incursionó en la coreografía, que siempre le había interesado, sólo que priorizaba bailar. “La gente a mi alrededor me sugería que comenzara mis propias creaciones y lo postergaba, pero de pronto llegan experiencias que te llevan a crear. Tuve un momento de crisis en España, donde justamente estaba desempleado como bailarín y la misma circunstancia me obligó a generar mi propio proyecto. Así surgió Payaso Capital, que me salvó en esa época, y tuvo muy buenos resultados. Entonces me di cuenta de que podía hacerme cargo de mi carrera”.
Tamez ha cautivado a audiencias nacionales y del extranjero, como sucedió con la prestigiosa Limon Dance Company de Nueva York, que le encomendó crear una coreografía inspirada en la danza Tonantzintla, de Miguel Covarrubias, que se estrenó en 2022.
El galardonado con el Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga en 2016 y dos Lunas del Auditorio por la creación del Festival Internacional de Danza Contemporánea de la Ciudad de México, festejará 20 años de carrera con el estreno de un tríptico coreográfico en el que participan bailarines de La Infinita Compañía. Las tres obras se entrelazan en una especie de ritual en el que los espíritus se rencuentran y se evocan sueños.
“Será un festejo muy íntimo, en el que el público podrá estar cerca de los cuatro intérpretes y la propuesta es minimalista: son dos solos y un dueto. Iniciamos con Flores negras, el solo de Arantza Nieto, una joven que acaba de egresar de la licenciatura de danza contemporánea en Querétaro y es la segunda producción que realiza con la compañía”, indicó Tamez.
“La segunda pieza se llama Alguna vez vi a un colibrí. Es un dueto en el que participan Paulina del Carmen y José Ortiz, que ya están en sus 35 años de edad. Es una pareja separada por la muerte que se rencuentra en otro plano.
“La última obra es Hija del caballo, que interpreta Montserrat Payró, una bailarina madura; una creadora que tuvo un momento de auge y ganó varios premios nacionales. Además, es una gran intérprete que se sigue moviendo muy bien y ella cierra esta propuesta.”
El coreógrafo expresó que las tres piezas, aunque diferentes, tienen algo en común, que es el tema del mundo de los vivos y el de los muertos, pues las personas fallecidas se manifiestan en la vida de sus seres más cercanos, ya sea en sueños o a través de animales, como cuando llega algún colibrí a visitarte
.
Con música de Preto Velho, Milton Nascimiento, Sopa de Pedra, Ernst Reiseger y Stephan Micus, Alguna vez vi a un colibrí... se presenta a las 20 horas hoy y el 27 de noviembre y el 4 y 11 de diciembre en el Teatro Varsovia (Varsovia 9, colonia Juárez).