Sábado 9 de noviembre de 2024, p. 26
La ejecución de un locatario del mercado 2 de abril destapó una serie de amenazas y presiones por medio de la extorsión que enfrentan comerciantes de ese centro de abasto ubicado en la colonia Guerrero, alcaldía Cuauhtémoc.
La tarde del pasado jueves, tras terminar su jornada laboral, César –quien se dedicaba a la venta de carne– fue asesinado de un disparo en la cabeza. Hasta el mercado llegó el sicario: un sujeto joven que vestía pantalón y sudadera, se acercó al negocio y sin mediar palabra disparó contra el comerciante de 40 años para huir de inmediato.
Los familiares de la víctima señalaron que hace tres días le exigieron 150 mil pesos de cuota para mantener su negocio y no le pasara nada; sin embargo, decidió no hacer caso a las amenazas ni responder a los delincuentes.
El asesinato conmocionó a todos los locatarios, principalmente a los que también han sido víctimas de extorsión. Temen que sea un mensaje para quienes son presionados y de esa forma los obliguen a pagar derecho de piso.
A la voz de la familia de César que denunció los amagos a los que fue sometido, se sumaron otras más de comerciantes que también han sido amenazados, no sólo en el pasillo de las carnicerías, porque ocurrió en pollerías y cremerías.
Policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana estuvieron ayer en el mercado, que durante todo el día se mantuvo vigilado, incluso indicaron los locatarios que los uniformados recorrieron los pasillos.
A pesar de que son varios afectados, pocos se atreven a hablar abiertamente de cómo operan los delincuentes; quienes lo hacen piden el anonimato para evitar problemas porque no hay confianza en la autoridad.
Han identificado a un grupo de personas que incluso operan desde la cárcel, lo que han denunciado pero no han tenido eco porque siguen las amenazas.
Tras los hechos, la Fiscalía General de Justicia inició la investigación por homicidio y se informó que se analizan las imágenes de las cámaras de seguridad para dar con el responsable.
Sin embargo, el llamado de los comerciantes es que la indagación sea encaminada hacia la extorsión, que fue lo que motivó el crimen.