Sin servicio, más de 10 millones de personas
Viernes 8 de noviembre de 2024, p. 20
La Habana., Las autoridades cubanas informaron ayer que comenzaron a restablecer el suministro eléctrico en la mitad oriental de la isla, un día después de que el huracán Rafael dejó sin energía al país, por lo que unas 10 millones de personas quedaron a oscuras.
Personal del gobierno hacía ayer un recuento de los daños materiales sin reportar hasta ahora pérdidas humanas.
El presidente Miguel Díaz-Canel convocó un Consejo de Defensa Nacional para realizar una primera evaluación del impacto del temporal en el occidente cubano.Cada paso a partir de este momento está orientado a la recuperación. Juntos lo haremos
, sostuvo el mandatario, quien prometió desplazarse a zonas afectadas para tener evaluaciones más precisas en el terreno
.
La red eléctrica colapsó el miércoles por la tarde, cuando Rafael azotó Cuba con vientos de hasta 185 kilómetros por hora, dañando viviendas, arrancando árboles y derribando postes telefónicos. El huracán se desplazó ayer hacia el noroeste de La Habana, adentrándose en el golfo de México, donde ya no suponía una amenaza inmediata para tierra, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Dos ciclones en un mes
Rafael fue otro golpe a la ya precaria red eléctrica de Cuba, que hace dos semanas colapsó varias veces y dejó a buena parte de sus ciudadanos sin energía durante días, y es el segundo huracán que azota la isla en menos de un mes después de que Oscar asoló el este de Cuba en octubre. Además, se sumó a los problemas de suministro eléctrico ya existentes.
Las añejas plantas de generación de petróleo del país han tenido dificultades durante décadas para mantener las luces encendidas, pero este año el sistema entró en crisis al reducirse las importaciones de crudo de países aliados, como Venezuela, Rusia y México. Los apagones de varias horas se han convertido en la norma en gran parte de Cuba.
La prensa local mostró imágenes de tendidos eléctricos caídos, tejados metálicos por las calles y ventanas destrozadas. Las inundaciones fueron generalizadas.
Rafael atravesó las Islas Caimán como un ciclón de categoría uno en la escala Saffir-Simpson, de cinco niveles, antes de aumentar su fuerza en menos de 24 horas hasta la categoría 3, cuando tocó tierra en la costa suroeste de Cuba.
Más de 220 mil personas fueron evacuadas de áreas bajas y vulnerables en la región occidental del país, dijeron funcionarios, y la mayoría regresó a sus hogares ayer. Nadie murió como consecuencia de la tormenta.
Artemisa, una provincia agrícola vecina de La Habana, se llevó la peor parte de los impactos del huracán donde estuvo unas dos horas antes de salir ayer por la noche por la bahía de Cabañas, en la misma región.