Forman parte del sector informal
Además, deben asumir los riesgos de accidentes y por trabajar en zonas inseguras
Martes 5 de noviembre de 2024, p. 26
Sin salarios, seguridad social, servicios médicos o antigüedad que sume para jubilarse y obtener una pensión algún día, miles de mujeres y hombres trabajan de repartidores de comida y diversos productos, en plataformas de aplicación como Uber Eats, Didi o Rappi, y forman parte del sector informal de la economía en los estados de Baja California, Morelos, Nuevo León, San Luis Potosí, Puebla y Quintana Roo.
Les llaman socios repartidores que en sus propios transportes como motocicletas, automóviles o bicicletas entregan alimentos, bebidas y hasta dinero a través de estas empresas que cobran los servicios vía digital, ganancia de la que ellos sólo reciben un porcentaje del pedido.
Estas personas, además, tienen que asumir los riesgos de los accidentes que lleguen a tener y por trabajar en zonas inseguras por la violencia que impera en algunas entidades, además deben cubrir el costo de las mochilas donde transportar los alimentos, así como de la gasolina y las refacciones.
En muchos casos no cuentan con seguro de vida, aguinaldo, ni vacaciones, por lo que se trata de un trabajo a destajo, donde el salario que ganan depende de las entregas que hagan en un lapso determinado de horas.
Para ganar de 500 a mil pesos al día, muchos de ellos trabajan de 12 a 15 horas diarias, tiempo en el que deben de estar conectados a Internet, gasto que también absorben para recibir pedidos y generar su propia remuneración.
Empresas evaden obligación con los trabajadores
Sergio Guerrero, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores por Aplicación, explicó que las empresas Uber, Didi y Rappi sólo reconocen a los repartidores como asociados, lo que les permite evadir toda obligación de ley con ellos, pero en la realidad sí existe una relación de trabajo.
Añadió que un empleado podría estar conectado a Internet 10 o 12 horas y no le garantiza ningún ingreso mínimo, porque depende del transporte en el que se mueva, pero también influyen la zona, el día, la hora y la temporada
.
Además, tienen que cumplir con estándares impuestos por las plataformas, como no rechazar viajes, tener buena presentación y ser amables con el consumidor final; y están sometidos a la presión de obtener siempre una buena calificación de los usuarios, basada en un sistema de estrellas.
A esto se suma, que pueden ser desconectados de la plataforma por decisión arbitraria de las compañías, sin derecho de réplica por un malentendido con los clientes.
Así, sin condiciones dignas que respeten sus derechos como trabajadores y su dignidad humana, miles de repartidores laboran en el país. Tampoco cuentan con un entorno seguro, equilibrio entre el trabajo y la vida familiar, estabilidad y seguridad, como se establece en la Ley Federal del Trabajo.
En Baja California, en septiembre de 2024, estos empleados entraron también en una fase de desconfianza, ya que hubo un enfrentamiento entre presuntos sicarios que portaban chalecos o distintivos de esta modalidad laboral, por lo que la fiscalía estatal abrió carpetas de investigación.
Ahora se busca que las empresas proporcionen un registro actualizado de sus unidades y socios
. En Mexicali se estima que hay un promedio de 300 repartidores.
Jessica Q trabaja en la ciudad fronteriza de Mexicali. Gana entre 60 y 70 pesos por cada entrega. Depende la distancia, más la propina que te da el cliente. Algunos ni eso porque piensan que la aplicación incluye un salario para ti
.
“En promedio gano 4 mil pesos a la semana, pero luego nos inventan ‘deudas fantasma’, por no entregar en el tiempo límite”, dijo.
La joven aseguró que ser repartidora es la forma en que se gana la vida, y desde hace tiempo esta acompañada de una amiga, sobre todo en la noche porque algunas zonas son peligrosas
. Tania T quien trabaja con su esposo por seguridad y coincide en que las condiciones de trabajo no son muy buenas ya que carecen de horario de entrada y de salida y para comer.
En Puebla no hay cifras de cuántos laboran
Autoridades de Puebla carecen de información oficial respecto a cuántas personas laboran de repartidores por aplicación.
Carlos Alberto Toriz, secretario del Trabajo comentó que al ser una actividad de reciente creación no se conocen las cifras todavía.
Además, como son trabajadores asociados no cuentan con seguridad social, lo cual resulta grave porque en lo que va de 2024 han ocurrido alrededor de 300 percances viales –unos cuatro diarios– de repartidores que usan motocicletas, de acuerdo con fuentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del municipio de Puebla, pero se estima que hay una cantidad similar que no se reporta y los afectados se atienden de forma particular.
Refirieron que en caso de sufrir un percance en el trayecto de una entrega, aplica un seguro, al menos para quienes trabajan para Uber en esa ciudad, que cubre el pago de atención médica.
La Cruz Roja Mexicana, delegación Puebla, informó que las lesiones más frecuentes relacionadas con este tipo de accidentes son abrasiones, fracturas de piernas, de manos y brazos, traumatismos de tórax, lesiones internas abdominales y en los casos más graves traumatismos de cráneo leve, moderado y severo. En tanto, los dos tipos de accidentes más frecuentes si son por derrape y por colisión.
Pagan impuestos
En Quintana Roo hay unos 600 repartidores de comida de plataformas digitales, de los cuales, 95 por ciento laboran tiempo completo, sin ninguna prestación salvo un seguro de cobertura amplia que paga la empresa, pero el deducible es responsabilidad del repartidor en caso de sufrir algún accidente.
Luis Antonio Flores, quien lleva más de 10 años dando este servicio en Cancún, dijo que puede ganar entre 400 y 600 pesos al día, o hasta 800, pero al menos tiene que haber hecho 20 entregas. Sin embargo, el pago mínimo que reciben son 22 pesos, de los cuales, dos no se cuentan porque se destinan al pago de 2 por ciento en impuestos sobre la renta (ISR) y al valor agregado (IVA).
Si ganan 7 mil pesos, Rappi retiene 2 mil
En Nuevo León, actualmente en Monterrey y la zona metropolitana, las plataformas predominantes son Didi Food y Uber Food, de empresarios chinos, así como Rappi, con inversionistas colombianos.
En promedio, las tres aplicaciones pagan por un reparto 30 pesos, sólo que ellos cobran al restaurante, y al operador le retienen un porcentaje de 36 por ciento, percibiendo por envío de 30 a 50 pesos, con cargo adicional en horas pico
y los fines de semana, por lo que el cobro al consumidor final puede llegar a 50 pesos.
El ingreso principal para estos trabajadores son las propinas que los clientes les entregan personalmente, pues si la aplicación la registra también le cobran 36 por ciento de este ingreso.
José Guadalupe Pérez, de 45 años y residente de Monterrey, señaló que para obtener un ingreso semanal de 5 mil pesos, requiere trabajar de 10 a 12 horas, generar unos 7 mil pesos, de los cuales Rappi le retiene 2 mil.
Las entregas nocturnas son más redituables, aseguran
Juan Rubio, empleado de estas aplicaciones, de San luis Potosí, dijo: Repartir en auto, ya es muy complicado, porque en la mayoría de las ocasiones las entregas en este momento soy muy mal pagadas, ya que las tarifas oscilan entre 16 y 20 pesos, solo es atractivo cuando existe tarifa dinámica o que llueva. Hace más de tres años, pagaban 100 pesos por cada servicio. Pero cada vez disminuye más el pago
.
Antonio Heras, Rubicela Morelos, Patricia Vázquez, Raúl Robledo y Vicente Juárez, corresponsales y La Jornada de Oriente