Durante una década se han hecho destacados descubrimientos en la zona arqueológica
Martes 5 de noviembre de 2024, p. 5
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) construye un museo en el sitio prehispánico de Tetelihtic, ubicado en el extremo oriente de la Sierra Norte de Puebla, con la intención de que el público conozca más sobre este asentamiento totonaco.
En un comunicado, el organismo informó que tras una investigación de más de una década en esa urbe se descubrió una posible relación de su pirámide principal con la estrella Canopus, lo que apuntaría a un vínculo con la diosa nahua Nantehuitz o nuestra madre del sur
.
Los hallazgos de esta exploración, coordinada por el arqueólogo Alberto Barroso Repizo, se revelarán en un museo de sitio que impulsa el Centro INAH Puebla, mientras se consolidan las estructuras que integran su Gran Plaza, lugar denominado Los Cerritos por los habitantes del municipio de Ávila Castillo.
Estos descubrimientos fueron realizados en la zona de Teteles, que significa montículos de tierra
, y al parecer corroboran algunas de hipótesis, como la que apunta que esta región es la cuna de la cultura totonaca, la cual floreció también en el norte de la costa del Golfo de México.
Tetelihtic tuvo su mayor apogeo entre los años 200 aC y 100 dC, en el periodo Formativo Terminal; luego vino una desocupación de más de 400 años
, indicó Barros Repizo.
Hay indicios de que la urbe fue ocupada nuevamente en el Epiclásico, entre 650 y 900 dC. De evidencia tenemos la presencia de cerámica maxtlaloyan y la localización de un pozo, el cual debió ser excavado por un grupo totonaco para honrar a los antepasados y a este lugar
, dijo el experto.
Sitio de peregrinaje
Alberto Barroso aseguró que dentro del foso había una ofrenda con restos de carbón, cerámica y el fragmento de una palma que representa a una serpiente. Ésta es, junto con el yugo y el hacha, un tipo escultórico que caracteriza a la cultura totonaca”, señaló el también investigador del Centro INAH Puebla.
Asimismo, explicó que el estilo arquitectónico del centro ceremonial lo emparenta con la región de la Huasteca. Siglos después fue convertido en un sitio de peregrinaje: “tenemos la hipótesis de que los pobladores originales de Tetelihtic eran antepasados de los totonacos que se instalaron en Yohualichan, ubicada en el municipio de Cuetzalan y en El Tajín, en Veracruz.
Reportado por vez primera en 1939 por el filósofo, político y sindicalista Vicente Lombardo Toledano, este sitio arqueológico comenzó a estudiarse de forma sistemática en 2014 por el INAH y la asociación civil Tzoncoyotl, que adquirieron tres de las nueve hectáreas sobre la que está el recinto sagrado.
Con apoyo de 25 trabajadores de la zona, el equipo arqueológico retiró la cubierta vegetal de las fachadas norte y oeste de ambas estructuras para intervenir por completo esas caras que convergen en la Gran Plaza ceremonial, donde se aprecia que la estructura dos es la mejor conservada. En tanto, la estructura uno (pirámide principal) tenía afectaciones mayores.
También se confirmó que la traza original y la orientación de sus estructuras piramidales se basan en el conocimiento astronómico. El recinto principal se alinea con la aparición en febrero de la segunda estrella más brillante del cielo nocturno, Canopus, lo que indicaba el inicio del calendario mesoamericano.