El festejo actual de Día de Muertos mezcla la tradición con costumbres recientes, como el desfile que surgió de la película 007: Spectre, filmada en 2015. La celebración íntima en la que los deudos se vuelcan sobre la memoria de un ser muy querido que ya no está se volvió de repente una pachanga, dijo Déborah Holtz, responsable de Trilce Ediciones, que acaban de publicar el libro 02.II. Día de Muertos: Una celebración de la vida y la muerte en el cual proponen no quedarse en la espuma del desfile ni el maquillaje, sino reflejar las dos caras de una misma moneda.

La idea se nos ocurrió a Juan Carlos Mena, mi socio y diseñador del libro, y a mi hace poco más de seis años, a raíz de nuestras visitas a Tláhuac para conocer a Raymundo Medina, de Jaén Cartonería, con quien entramos en contacto en el Faro de Oriente. Nos preguntamos cómo era posible que pasa lo que pasa y no hay un libro que lo recoja.

Es decir, “tenemos toda la referencia de nuestra tradición vernácula, de los altares, las festividades que se realizan en los cementerios, no obstante la efervescencia brutal de los últimos 15 años, con la aparición de 007: Spectre, y la película de animación Coco, dos años después; fue una locura”. Entonces, 02.II parte del origen hasta llegar a Australia, donde hoy se celebra Día de Muertos, afirmó Holtz.

La realización del volumen contó con la participación de antropólogos, historiadores, periodistas, fotógrafos e ilustradores. Se divide en 10 capítulos. A diferencia de otros libros, no quisimos tener una colección de artículos, como si fuera una revista, de modo que los colaboradores nos dieron una investigación de fondo que luego reinterpretamos para generar un discurso único. Es un libro hecho a mano. Fuimos generando el texto y la imagen al mismo tiempo.

El recorrido comienza con La muerte en México, porque en tiempos prehispánicos había un culto a la muerte, pero nada más. Con la llegada de los españoles, empezaron a mezclarse, como en muchos otros terrenos, la cultura que traían con las raíces del culto a la muerte de México. Empezó a desarrollarse una especie de palimpsesto de híbrido total que desembocó en eso que se llama Día de Muertos, que está más cercano al Día de Todos los Santos y Día de los Fieles Difuntos que se celebraba en España.¿Qué desembarcó? Una tradición que terminó precisamente en Mictlantecuhtli: un cementerio con una cruz atrás.

Otro tema abordado es la tradición del siglo XIX en la que los grabadores reinterpretaban en la prensa la situación política del momento. Éste es un homenaje a esos artistas que pusieron de moda a la Garbancera, antecedente de la Catrina.

En el capítulo relativo a los elementos de la ofrenda se habla de la tradición del cempasúchil, cómo se planta y por qué se emplea. Al recorrer diferentes estados, nos dimos cuenta de que en cada uno hay una tradición, incluso, en cada municipio y pueblo. Gracias a la información recabada se pudo hacer un mapa novedoso de “cómo se celebra el Día de Muertos en todo México.

Así como hay expresiones populares que nos rodean en todas partes, como el grafiti, los murales, las calaveritas, el arte contemporáneo ha jugado un papel relevante en esta nueva expresión de este festejo, continuó Hotlz para, luego, presentar a la artista Betsabeé Romero, quien en 2016 realizó la instalación Canto al agua, en el Zócalo capitalino.

En muchos casos, y desde hace muchos años, los migrantes, las pandemias, los feminicidios han sido razones colectivas que cargamos como duelos, los motivos de mis obras, acotó Romero.

El libro también toca el tema de las colecciones, en particular las de Miguel Abruch y Lola Cueto. Aparte de la edición en español, se elaboró una en inglés, publicada por Rizzoli.

02.II. Día de Muertos: Una celebración de la vida y la muerte se presenta hoy a las 17 horas en el Museo Panteón de San Fernando (San Fernando 17, colonia Guerrero).