Domingo 27 de octubre de 2024, p. a10
Sólo cinco mujeres han competido en la máxima categoría del auto-movilismo. La última fue hace más de 30 años y todas en condicio-nes de adversidad por la precariedad en la que se enrolaron. Este rezago respecto de la participación femenina en el deporte se vuelve todavía más difícil en una actividad que ha estado profundamente ligada a una construcción simbólica de lo masculino, considera Tatiana Calderón, piloto de desarrollo para Sauber, corredora en F2 e IndyCar y la primera en subir a un podio en la F3 británica en 2013.
Por esos antecedentes, Calderón fue nombrada, junto con Ivanna Richards, una de las embajadoras del Gran Premio de la Ciudad de México 2024. Una oportunidad para reflexionar sobre el rezago que tiene esta categoría en cuanto a participación de mujeres, como incluso lamentó el año pasado el piloto de Mercedes, Lewis Hamilton.
La principal lucha de las mujeres en el automovilismo es contra la historia
, afirma la colombiana.
Hay un atavismo histórico que nos margina a las mujeres respecto a nuestra relación con las máquinas
, reflexiona; los coches han sido considerados en la historia extensiones de lo que se piensa es masculino y se da por hecho que nosotras no somos aptas para el riesgo y la velocidad
.
Desde cómo se construye el imaginario en la niñez –asegura Tatiana– donde a las mujeres se le imponen juegos y juguetes, como las muñecas, en oposición a lo que se ofrece a los varones, con los autos en primer orden.
Es una creencia muy arraigada
, relata Tatiana, quien encontró en otras categorías del automovilismo en Estados Unidos una salida a su vocación como piloto.
Históricamente éste ha sido un deporte dominado, diseñado por y para hombres, como el mundo en general
, analiza; el principal problema es ese y la mujer ha tenido que acoplarse a lo que está construido para los varones, este deporte no se ha adaptado para que la mujer pueda sacar todo su potencial y rendir su máximo desempeño
.
De ese modo, Calderón explica que una mujer que elige ser competidora profesional debe librar varias batallas en un deporte de por sí elitista y con pocos lugares. Por eso las categorías menores como F2, F3 e IndyCar son opciones para las pilotos.
Para acceder a uno de esos equipos de Fórmula 1 necesitas resultados, pero si no estás ahí no vas a tenerlos y sin ellos no vas a conseguir patrocinios y así se va cerran-do el círculo hasta hacer casi imposible entrar. Y si es difícil para cualquier piloto, lo es aún más para una mujer, porque estás peleando contra la historia.
Entonces, también hay una lucha constante contra el imaginario, ese que reproduce el estigma de que las mujeres no saben conducir, uno de los más insultantes, opina.
Siempre asumen que no sabes o que no vas a ser rápida, pero nunca esperan nada de ti. Y cuando haces algo medianamente bien, se sorprenden, como si descubrieran que una mujer es capaz de competir. Esas barreras las tengo que enfrentar como retos, porque sé de lo que soy capaz. Tal vez he venido a cambiar algo, y aunque no termine por beneficiarme de esos cambios, otras sí podrán aprovechar lo que hoy tratamos de combatir
, finaliza la colombiana.