Con una metáfora sobre el encierro de las aves y su deseo por salir de él, la puesta en escena Ornitomancia busca sensibilizar al público sobre el respeto a la naturaleza y reflexionar sobre cómo nos hemos impuesto ante ella.

En entrevista con La Jornada, la directora escénica Mabel Solís Oscura (Michoacán, 1988) explicó que la ornitomancia “es una práctica griega antigua que se trata de observar las migraciones, los vuelos y los cantos de las aves y, a partir de eso, predecir si habrá cambios en el estado del tiempo o un temblor. En otras culturas, estas manifestaciones se relacionan con cuestiones espirituales; es decir, que generaban presagios, profecías o augurios.

“En México está el famoso dicho: ‘cuando el tecolote canta, el indio muere’; es la creencia de que, si se te manifiesta un tecolote, habrá un deceso en ese sitio. Hay leyendas en torno a las aves; ese fue el principal interés para reconectar con el misticismo y con esta conciencia hacia la naturaleza y la Tierra que nos acoge como humanos.”

La también bailarina detalló que se basaron en las aves porque son “seres que consideramos libres y muchas veces los humanos les hemos robado eso. Las enjaulamos para nuestro beneficio. Olvidamos que es un acto de amor dejar libre lo que tiene que serlo.

Como personas, también vivimos esclavizados día a día, en la rutina del trabajo o en el sistema. Eso es encarcelamiento. Los animales tienen muy desarrollada la intuición y nosotros la hemos guardado por mil distracciones. Ahora que la Tierra se transforma, que viene un cambio climático, tenemos que reconectar con nuestro animal, dijo Solís Oscura.

La obra, contó la también actriz, “abre las posibilidades para que el espectador imagine y genere su discurso o narrativa. Está pensada como danza-teatro, dividida por cuadros escénicos que no tienen relación entre sí, pero que sí podrían tenerla según la interpretación. Trabajamos con un lenguaje abstracto; tratamos de generar una conciencia no tan racional, sino más intuitiva.

Sensaciones del encierro y de libertad nos llevan a indagar más a nivel del alma, a respetar la naturaleza y la comunión que tenemos con ella. De forma implícita pretendemos que el mensaje llegue a la reflexión para el cuidado de la mística y de uno mismo, describió.

La obra está a cargo del Colectivo Escénico Escaranilla, fundado por la entrevistada en 2012 en Pachuca. Es un grupo comprometido a crear piezas escénicas que conjunten disciplinas artísticas con poéticas de alto impacto social.

Solís Oscura contó que iniciaron pensando en fusionar el teatro y, al paso de los años, sumaron la música en vivo. Empecé a notar que era más nutritivo el trabajo multi e interdisciplinario. Es muy bonito, porque presentamos al espectador diversas formas y sentidos en escena.

El elenco está formado por Diana Rivero, Gabriela Vera, Jeovany Canales, Jean Carlo Arriaga, Alonso Ávila, Ariana Gómez y Ricardo León; la poesía es de Saúl Quezada y Amilcar Zúñiga; la música original, de Ricardo León, y la composición coreográfica es de Misael Quintero.

En el contexto de los 30 años del Centro Nacional de las Artes, Ornitomancia ofrecerá dos funciones, hoy a las 19 horas y mañana a las 18 horas en el teatro Raúl Flores Canelo. La entrada cuesta 150 pesos.