En México, el consumo de frutas y verduras en niños, niñas y adolescentes) es 50 por ciento menor de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022-2023 refirió que la ingesta de frutas en este sector de la población es de 141.3 gramos por día (g/d), y en verduras, 65.4 g/d, cuando lo sugerido por el organismo internacional es de 400.

Un factor que influye en la alimentación es el ambiente familiar, señaló la Ensanut, pues la disponibilidad de alimentos en el hogar y el comportamiento de los padres son determinantes para que los menores tengan preferencias por dichos productos o por alimentos poco saludables.

La prevalencia de sobrepeso y obesidad es de 36.5 y 40.4 por ciento en niños y adolescentes, respectivamente. Además, el consumo de azúcares añadidos es alto, con una ingesta de 21.9 por ciento de energía por día, cuando lo recomendado por la OMS es de 10.

Al darse a conocer el anuncio de los lineamientos que regularán la venta de alimentos en las escuelas, profesores y directores de nivel básico consideraron que enfrentan varios retos, el principal es que las autoridades todavía no les dan información oficial sobre dichos productos. Destacaron que esta iniciativa se suma a las presentadas por gobiernos anteriores, y confiaron en que si realmente hay interés y compromiso, se podrá concretar.

El profesor Eduardo Castillo, quien da las materias de educación física y vida saludable en una secundaria de Iztapalapa, informó que desde hace dos años se les dio la opción de estudiar el diplomado sobre alimentación, pero no fue obligatorio. Añadió que uno de los retos en los planteles es que la mayoría de los directores acceden a que se vendan todo tipo de productos en las cooperativas, para que éstas cubran la cuota diaria de renta, que va desde 800 a mil 300 pesos.

Asimismo, Mario Pacheco Peña, director de primaria en Tijuana, Baja California, considera que con la aplicación al 100 por ciento de los lineamientos bajará las ventas en las tiendas escolares, cuyo insumo derivado de la renta se utiliza para mejorar condiciones que el plantel necesita, por ejemplo, sustituir ventanas rotas, fotocopiadoras y focos, entre otras.

Aunque destacó que en sus escuelas, con turno matutino y vespertino, desde hace siete años 90 por ciento de los productos que se venden son saludables. En el caso de los elaborados de forma casera, dijo, se pide que sean guisados de la región, pues no permiten comida procesada ni rápida, como pizza, hotdogs o hamburguesas.

De igual forma, el director de primaria Enrique Enríquez, de Iztapalapa, recordó que los lineamientos no son algo nuevo y, al menos en primarias, la venta de productos de bajo valor nutrimental disminuyó más de 95 por ciento. Recomendó que lo que debe regularse es la expedición de productos fuera de las escuelas, pues como plantel educativo no pueden interferir en los negocios externos.

Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México destacó la importancia de las medidas que el gobierno mexicano está poniendo en práctica, al considerar que una buena alimentación contribuye al aprendizaje y mejora los procesos cognitivos.