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Descubre el INAH tres fachadas con relieves en la zona de Dzibanché

Estos hallazgos milenarios ayudarán a conocer mejor a la dinastía Kaanu’l, que habitó esa zona en los periodos Clásico Temprano y Tardío

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▲ Vista panorámica de la zona arqueológica de Dzibanché, en el sur de Quintana Roo.Foto cortesía del INAH
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▲ Un equipo de trabajo de 98 personas, entre especialistas y auxiliares, labora en la conservación de los vestigios de Dzibanché.Foto cortesía de Sandra Balanzario
 
Periódico La Jornada
Martes 22 de octubre de 2024, p. 5

Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron tres fachadas con relieves en la zona arqueológica de Dzibanché, ubicada en el sur de Quintana Roo.

Mediante un comunicado, el organismo informó que estos hallazgos milenarios ayudarán a conocer mejor a la dinastía Kaanu’l, que habitó esa zona de 250 a 650 dC, sobre todo lo relacionado con las representaciones de sus ancestros, animales míticos y sistemas de poder.

Bajo el símbolo de la serpiente (kaan, en maya), dicho linaje gobernó numerosos señoríos en los territorios que hoy ocupan México, Belice y Guatemala.

El hallazgo de estos elementos fue posible debido a los trabajos de investigación y conservación realizados por el INAH por conducto del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), paralelo al proyecto del Tren Maya.

La titular regional del Promeza, Sandra Balanzario Granados, explicó que las plataformas corresponden a dos subestructuras ubicadas en el poniente del Juego de Pelota II de ese asentamiento prehispánico.

La zona arqueológica de Dzibanché tiene la forma de dos plataformas, cuyas fachadas están ricamente decoradas con relieves modelados en estuco.

Debajo de esas plataformas se pueden observar escenas de dos guardianes que limitan un pedestal en el que debió estar colocada una escultura, y que datan de entre los años 500 y 600 dC, por lo que coincide con el auge de la urbe maya; la particularidad del podio es que incorpora glifos alusivos a un gobernante de esa antigua dinastía.

En la segunda aparecen imágenes de individuos que aluden a ancestros que parecen habitar en el cielo nocturno, con estrellas, serpientes y otros motivos propios de las iconografías maya y teotihuacana. También destaca la ausencia de una escultura central, por lo que no se descarta que las dos efigies faltantes fueran removidas siglos atrás por los mismos pobladores.

Rasgos compartidos

En tanto, en una tercera escena se muestra un conjunto de animales mitológicos asociados con constelaciones: “Un rasgo que comparten las tres escenas son representaciones de serpientes entrelazadas, lo que indica que estamos ante imágenes con las que los gobernantes de Dzibanché buscaban reafirmar su linaje.

En las antiguas sociedades, los jerarcas eran vistos como los representantes de los dioses en la Tierra, refirió la experta.

En la cúspide de su poderío, los Kaanu’l habitaron Dzibanché en los periodos Clásico Temprano y Tardío, entre los años 250 y 650 de nuestra era. Después se dividieron en dos grupos, uno permaneció en esa zona urbana y otro se estableció en Calakmul.

Fue una dinastía poderosa, como muestran los numerosos edificios que quedan aquí. Ofrendas u otros elementos nos hablan de sus creencias o hazañas bélicas, aseveró la investigadora.

Tienen significados profundos

El INAH informó que el equipo de investigadores en Dzibanché (conformado por 98 personas, seis especialistas en arqueología, restauración, arquitectura, antropología física y administración, y 92 auxiliares) brinda especial atención a los relieves, cuyas dimensiones son de 3 metros de largo por 1.6 metros de altura.

Los trabajos se iniciaron en diciembre de 2023, y se prevé que continúen hasta finales de este año, toda vez que en los estucos, formados por morteros de cal con sascab y polvo de piedra, persisten restos de colores rojo, azul, amarillo y negro. Por ello requieren de un minucioso proceso de restauración con el fin de que puedan estar nuevamente a la intemperie.

Además, se han realizado fotografías que serán empleadas para crear réplicas de las fachadas con el propósito de exhibirlas al público, en caso de que se opte por volver a cubrir los vestigios originales para que se conserven.

Es un gran hallazgo, porque, si bien teníamos relieves estucados en edificios más grandes, jamás pensamos encontrar fachadas tan decoradas y con significados tan profundos como las que tienen estas, y menos en un juego de pelota, concluyó Sandra Balanzario.