Los comerciantes se han convertido en un blanco atractivo para defraudadores financieros que cada vez evolucionan más con las nuevas tecnologías para engañar a los propietarios de negocios y vaciar sus cuentas bancarias.

Ante los quebrantos, la Unidad de la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana lanzó una alerta y emitió una serie de recomendaciones con el fin de evitar que los vendedores caigan en estafas.

Los especialistas identificaron un esquema que empieza con llamadas telefónicas, el envío de correos electrónicos o mensajes de texto con los cuales los delincuentes se hacen pasar por un representante del banco, situación que no sorprende al comerciante por las múltiples operaciones que a diario realiza.

Tras comunicarse, exponen supuestas irregularidades que según ellos tienen las cuentas, como la necesidad de actualizar datos bancarios, activar supuestas alertas de seguridad o cambiar tarjetas de crédito. Además, en algunos casos aprovechan la vulnerabilidad de las bases de datos de los comercios para obtener información personal de la víctima y la utilizan en la obtención de credibilidad de su historia y concretar el fraude, con lo que obtienen números de cuenta, códigos de seguridad o claves de acceso.

La policía identificó casos graves en los que estafadores se presentan en los negocios y se hacen pasar por ejecutivos bancarios, solicitan la tarjeta de crédito para actualizarla y la destruyen frente a la persona, pero se quedan con el chip que posteriormente utilizan para hacer retiros.

Las autoridades recomiendan verificar la autenticidad de las llamadas, no compartir ningún dato, tampoco dejarse presionar por urgencias de trámites, así como utilizar los canales oficiales y no seguir enlaces desconocidos que lleguen por mensajes de texto.