El jefe del Servicio Sismológico Nacional (SSN), Arturo Iglesias, destacó en entrevista que es poco probable que se presente un microsismo en la capital del país de mayor intensidad a las que se han registrado desde la noche del miércoles y el jueves. Lo descartamos porque en los catálogos de sismicidad históricos no hay evidencia de un sismo mayor, pero eso no quiere decir que no exista la posibilidad.

La sismicidad que se ha registrado en los meses recientes en la Ciudad de México no es inédita, ya ocurrieron frecuencias similares, como la de 1984 con origen en la capital del país, pero eso no quiere decir que no puede ocurrir. La intensidad se ha sentido mucho porque su origen ha sido en la ciudad, con excepción del último, que ocurrió ayer después de las 13 horas, que tuvo origen en Guerrero.

Por la cercanía, dañarían

Para el investigador titular del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, Miguel Santoyo, “los sismos, que nosotros llamamos microsismos, son de magnitudes bajas o menores a 3, pero como están muy cerca de la superficie –a un kilómetro de profundidad– y muy cerca de las construcciones, pueden llegar a provocar daños en instalaciones eléctricas o de gas; ocurren con frecuencia en el valle de México y sus magnitudes son las esperadas”.

Interrogado sobre si estos microsimos pueden poner en riesgo a las personas, recalcó: Depende de dónde se encuentren en el momento del sismo; esto es muy relativo, los sismos de magnitudes bajas en general producen daños pequeños y sobre todo a instalaciones.

No se pueden predecir

Tanto Iglesias como Santoyo coinciden, en entrevistas por separado, que “con la tecnología y el conocimiento científico que se tienen, hasta hoy no se pueden predecir en ninguna parte del mundo los microsismos –más de 300 kilómetros–, y a mayores profundidades, en esos sí se puede emitir la alerta temprana, porque las ondas llegan primero que el movimiento y da tiempo para emitirla”.

La académica Delia Bello, del Sismológico Nacional, detalló que los microsismos registrados en la ciudad han tenido epicentro en las alcaldías Benito Juárez y Miguel Hidalgo; ocurren porque en estas zonas hay fallas geológicas que han sido estudiadas y estuvieron inactivas algunas décadas, pero después del sismo de 2017 se incrementó su actividad.