Jueves 26 de septiembre de 2024, p. 30
Tampa. Miles de residentes empezaron a evacuar ayer partes de la costa de Florida a medida que ese estado estadunidense se prepara para la llegada de Helene, que se pronostica llegue como un poderoso huracán y amenaza con inundaciones catastróficas
.
Se esperan marejadas con riesgo mortal, vientos huracanados, lluvias e inundaciones en gran parte de Florida y del sureste de Estados Unidos
, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), con sede en Miami, en su último informe.
Los vientos máximos sostenidos alcanzaron cerca de 130 kilómetros por hora. “El pronóstico es que Helene sea un huracán mayor cuando alcance la costa Big Bend de Florida, la noche de este jueves”, agregó el NHC. El gobernador Ron DeSantis declaró el estado de emergencia para casi todos los 67 condados de Florida, mientras la Casa Blanca anunció que la administración Biden-Harris está lista para aportar más asistencia a Florida y otros estados en el paso de la tormenta, de ser necesario
.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que el aumento del nivel del mar a causa del cambio climático amenaza con crear una marea de infortunios
para los 900 millones de personas que viven en las zonas costeras del mundo, al tiempo que alertó que también supondrá modificaciones en la economía, la política y la seguridad” en el planeta.
En tanto, un fuerte viento de verano propagó el olor a quemado en Quito, que está en emergencia
por 27 incendios forestales desatados el martes en medio de la peor sequía en Ecuador en 61 años y que dejan seis heridos y siete viviendas afectadas.
El Comité de Operaciones de Emergencia local acaba de declarar el estado de emergencia a nivel metropolitano
, anunció el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, quien encabeza el organismo.
Ayer esto era una locura... un infierno
, comentó a la agencia Afp Rolando Marcillo, de 60 años, dueño de una carpintería en el barrio Bellavista, en el este de la ciudad. Ahí, los vecinos gritaban desesperados al reactivarse las llamas.