Washington. El presidente estadunidense, Joe Biden, aseguró ayer que los ataques contra los migrantes haitianos tienen que parar, luego de que Donald Trump reprodujo una afirmación falsa y despectiva sobre una comunidad haitiana de Spring-field, Ohio, de que supuestamente se alimentaba de perros y gatos.

Es simplemente erróneo que la orgullosa comunidad haitiana esté siendo atacada ahora mismo en este país. No hay cabida para ello en Estados Unidos. Tienen que parar con lo que está haciendo, expresó Biden.

En un acto en la Casa Blanca para celebrar los logros de la comunidad negra, Biden destacó a su secretaria de prensa en la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, como una orgullosa haitiano-estadunidense.

Líderes de la comunidad haitiana de todo Estados Unidos mencionaron que las declaraciones del candidato republicano podrían poner vidas en peligro y exacerbar aún más la tensión en dicha localidad donde miles de haitianos que llegaron recientemente impulsan la economía local, además de poner a prueba la red de seguridad social.

El pasado martes, durante el debate presidencial en Filadelfia, Pensilvania, el ex mandatario habló de este tema y también reiteró sus comentarios sobre los migrantes que llegan a territorio estadunidense. También dijo que millones de personas llegan a nuestro país desde prisiones y cárceles, desde instituciones siquiátricas y manicomios.

En tanto, su rival, la demócrata Kamala Harris, expuso, entre otros temas, el derecho al aborto que ella apoya, recordó la agencia informativa Afp.

Por su parte, las autoridades municipales de Springfield exponen que no han recibido informes creíbles de que alguien se haya alimentado de animales domésticos.

Karen Graves, vocera de la ciudad, declaró que no estaba al tanto de crímenes de odio recientes contra los residentes haitianos, pero que algunos fueron víctimas de crímenes de oportunidad, como el robo de propiedades.

Criminales bárbaros, asesinos y terroristas, fueron las expresiones de Trump, quien redobló sus ataques contra los indocumentados, al tiempo de acusar sin pruebas a su rival demócrata Kamala Harris de querer transformar Estados Unidos en un campo de refugiados, en una campaña cada vez más tensa hacia la Casa Blanca.

El candidato republicano a la presidencia aseguró, durante una conferencia de prensa, desde su complejo de golf en los suburbios de Los Ángeles, que los niños estadunidenses están a merced de criminales, incluso el magnate prometió ayer deportaciones masivas de haitianos sin permiso de residencia.

El papa Francisco, que concluyó su gira de 12 días por el sudeste asiático y Oceanía, acusó ayer a los candidatos presidenciales de Estados Unidos, el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, de estar contra la vida.

No soy de Estados Unidos, no voy a votar allí. Pero seamos claros: tanto el no dar a los migrantes la posibilidad de trabajar como el no brindarles acogida es un pecado, es grave, subrayó el pontífice.