El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró que el Congreso de la Unión haya aprobado su iniciativa de reforma constitucional para el Poder Judicial.

“¡Qué contento estoy porque se aprobó la reforma! (…) ayer fue un día importantísimo, muy importante”, subrayó en su mañanera en Palacio Nacional.

Horas después de que el Senado avaló en lo general la enmienda –que había sido aprobada la semana pasada en San Lázaro–, el jefe del Ejecutivo destacó que se logró una negociación para conseguir la mayoría calificada necesaria con el fin de reformar la Carta Magna. Acentuó que no se negoció nada absolutamente, nada con el senador del PAN Miguel Ángel Yunes Márquez.

Se le preguntó que si a pesar de las diferencias que ha tenido con la familia Yunes, estaba a favor de la posición que tuvo el legislador panista –que con su voto a favor de la enmienda dio la mayoría calificada a Morena y sus aliados con 86 votos, con 41 en contra–, a lo que el mandatario rechazó que se le haya presionado.

Él es un político y consideró que era conveniente actuar de esa manera. Y no necesariamente estaba a cambio una cantidad de dinero o una amenaza, subrayó.

Refirió que Miguel Ángel Yunes Linares, padre del senador y también su suplente, es fuerte, yo lo he enfrentado, y no es de los que se dejan amedrentar, no. ¿Qué fue? Pues una decisión política.

Incluso subrayó que son conocidas la diferencias que ha tenido con la familia Yunes, en particular con Yunes Linares; sin embargo, enfatizó que en política se debe optar entre inconvenientes y buscar el equilibrio entre la eficacia y los principios.

Seguramente, manifestó, el que negoció fue el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Adán Augusto López. Y es su papel y trabajo como coordinador de un grupo parlamentario.

Yo envié una iniciativa de reforma a la Constitución y son los legisladores los que tienen que hacer su trabajo. Deberían también los oligarcas, que se sentían los dueños de México, y sus voceros, buscar otra interpretación que no fuese tan simplista del toma y daca, el de la moneda de cambio, la relación mafiosa. ¿Por qué no se interpreta de otra forma?

El Ejecutivo aseguró que la aprobación de la reforma –la primera de 20 que envió al Congreso en febrero pasado para cerrar su sexenio– fue una decisión que tomaron los legisladores de manera libre. Y él está entre quienes se hallan satisfechos con la decisión legislativa.

–¿Aprobarla con este voto (de Yunes)? –se le reiteró.

–Sí, con cualquier voto, porque creo que es importantísimo terminar con la corrupción y con la impunidad y se va a avanzar mucho cuando el pueblo de México sea el que elija a los jueces, a los magistrados y a los ministros –contestó.

Subrayó que si bien es importante analizar cómo se logró la mayoría calificada, también hay que ver el beneficio que va a significar para el futuro de nuestro país, el que puedan los jueces impartir justicia por haber sido electos por el pueblo, no por las cúpulas del poder.

También dejó en claro que no hay fundamento legal para detener una reforma a la Constitución, no existe. Eso lo saben los constitucionalistas, y hasta los estudiantes de derecho, esa es una facultad que tiene el Poder Legislativo.

Consideró que no faltarán los intentos de querer violar las normas, las leyes, la Constitución con diversos recursos ante la Suprema Corte.

Quién sabe hasta dónde están dispuestos a llegar Yo le aconsejaría a la ministra (presidenta Norma) Piña y al resto de los ministros, que actúen con responsabilidad. Es como el que está en un pantano, en arenas movedizas, sigue caminando y se sigue hundiendo. También, por decoro a la institución y a ellos mismos, que (los ministros) respeten la voluntad de los ciudadanos, que respeten la decisión del Legislativo y que ayuden en la transición.