Jueves 12 de septiembre de 2024, p. 26
Nueva York. En presencia de los candidatos presidenciales, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, algunos familiares de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001 apelaron a ambos para pedir rendición de cuentas, mientras Estados Unidos conmemoraba el aniversario en medio de un clima político electoral.
Los contendientes se dieron un apretón de manos durante la ceremonia por el aniversario del 11-S en Nueva York, bajo la mirada del presidente, Joe Biden, después de un debate en el que la demócrata acorraló al republicano.
Fue un saludo cordial. Como cada año, se leyeron los nombres de unas 3 mil personas que murieron en los ataques yihadistas perpetrados por el grupo Al Qaeda. El acto contó con la asistencia del millonario ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg.
En la imagen se dejó a un lado la política para dar paso a la conmemoración solemne de los ataques cometidos con aviones secuestrados. Durante años, los políticos han sido meros observadores en la zona cero, cediendo el micrófono a los familiares, que leen en voz alta los nombres de las víctimas.
Pedimos su ayuda, pero ustedes nos ignoran
, recriminó Alison Walsh-DiMarzio, desafiando directamente a Trump y a Harris a que presionen a Arabia Saudita respecto a cualquier participación oficial en los ataques. La mayoría de los 19 secuestradores eran sauditas, pero el reino niega que alguna autoridad de alto nivel hubiera participado.
Tras la ceremonia en la zona cero, el presidente Biden y Harris, su vicepresidenta, colocaron coronas de flores y hablaron con familiares de las víctimas. A su vez, Trump visitó una estación de bomberos en la ciudad de Nueva York.
El martes en Filadelfia, Harris y Trump debatieron sobre temas que preocupan a los estadunidenses, en particular el derecho al aborto, la migración y la economía.
El republicano multiplicó las falsedades y se hizo eco del bulo, desmentido por las autoridades, de que migrantes haitianos en Springfield, Ohio, comen perros y gatos.
El gobierno de Haití rechazó estas declaraciones discriminatorias
y aseguró que desafortunadamente, no es la primera vez que compatriotas en el extranjero son víctimas de campañas de desinformación, estigmatizados y deshumanizados para servir a intereses políticos electorales
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