Campesinos de nueve estados mantenían ayer un plantón frente a la planta de la cervecera Heineken México, en Lara Grajales, Puebla y cerraron los accesos a la de Palma Gorda, en el municipio de Mineral de la Reforma, Hidalgo, para protestar porque la empresa se niega a respetar el precio pactado por tonelada de cebada, el cual pretende disminuir casi 14 por ciento.

Después de ocho días de protestas en Puebla y de que ayer bloquearon con sus tractores las entradas de la fábrica hidalguense, los labriegos amagaron con ampliar sus manifestaciones a Veracruz, Nuevo León, estado de México, Jalisco, Baja California, Sonora y Chihuahua.

Los agricultores mexicanos han sido socios comerciales de esta compañía neerlandesa durante 40 años. En 2023, la trasnacional compró 310 mil de las más de 600 mil toneladas de cebada que se producen anualmente en el país para la elaboración de cerveza, que en promedio son las que están retenidas en este momento, hasta llegar a un acuerdo.

Heineken ofrece adquirir en 7 mil 430 pesos la tonelada del cereal, lo cual representa mil 200 pesos menos de los 8 mil 680 que fueron pactados en 2022 con una metodología firmada ante la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), que se basa en los costos de producción y equilibrio, rendimiento y una aritmética que considera 20 por ciento de utilidad.

Los cebaderos señalaron que el precio se puede negociar, como ocurrió hace unas semanas con Grupo Modelo, firma con la que convinieron un pago de 8 mil 252 pesos por tonelada; es decir, mil pesos más de lo que ofrece Heineken.

El presidente nacional del Sistema Producto Cebada, Ricardo Canales del Razo, hizo una llamado a los productores de todo el país a sumarse a las movilizaciones para luchar por un pago justo para la cosecha de este año y de los próximos, porque si no la otra empresa (Grupo Modelo) hará lo mismo; es ahora o nunca.

En la planta de Heineken en Lara Grajales, Puebla, se cumplió una semana de protestas; sin embargo, los manifestantes han permitido el acceso y salida de personal, pues aseguran que tienen información de que la firma interpuso denuncias penales en su contra por bloquear el lugar.

Mientras, en Palma Gorda, Hidalgo, aunque ayer los quejosos también dejaron que los trabajadores entraran y salieran de las instalaciones de la cervecera, obstruyeron el paso de los camiones repartidores, además de advertir que van a mantener el plantón de manera indefinida.

Francisco Montaño, de Flor del Granero, agrupación de agricultores de los municipios hidalguenses de Cuautepec y Singuilucan, explicó que con base en los gastos de producción, este año pidieron, tanto a Grupo Modelo como a Heineken, el pago de 8 mil 600 pesos por tonelada de cebada.

No obstante, dijo, la única compañia que negoció fue la primera, la cual aceptó otorgarles 8 mil 252 pesos por tonelada; pero los representantes de Heineken no han querido llegar a acuerdos.

Los inconformes recordaron que tenían programada una reunión con directivos de ésta última en marzo, pero los dejaron plantados y luego por teléfono hablaron con cada productor para decirles que el precio iba a ser de 7 mil 430 por tonelada.

Según Ernesto Borjam, del Sistema Producto del estado de México, es inviable aceptar este precio, es insuficiente, debido a los altos costos de los insumos, como el diésel y la semilla, la cual les vende la misma cervecera a 14 mil 270 pesos para sembrar una hectárea.

La cebada se cultiva en 11 estados; la mayor producción se obtiene en la región del Altiplano, que integra Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y el estado de México, con la participación de unos 40 mil campesinos.