El arte escénico ha sido una obsesión para mí desde hace más de una década, reconoció Juan Manuel Torreblanca (Ciudad de México, 1980), quien hoy estrena con la compañía Helecho Teatral la obra Nina Nina Nina, en La Capilla.

Después de años de dedicarse a la música, Torreblanca decidió explorar su pasión por los escenarios. Aunque el cambio no fue sencillo, su conexión con esta forma artística lo llevó al nuevo proyecto que traduce y dirige.

La puesta en escena original de Steven Dietz se basa en La gaviota, de Antón Chéjov; se presenta como adaptación contemporánea que explora el encuentro entre Nina y Gabriel en 42 variaciones.

Torreblanca recordó cómo llegó el texto a sus manos: Una amiga inglesa, obsesionada con el teatro (como yo), me lo obsequió hace más de 10 años. Me encantó y lo dejé en mi librero. En 2023, decidí retomarlo y traducirlo. Sentí que era el momento perfecto.

Nina Nina Nina reinterpreta el final de La gaviota en clave de comedia, drama y farsa. En 42 variaciones, los espectadores observarán cómo el destino de los personajes podría haber cambiado si sus circunstancias hubieran sido distintas.

Torreblanca admitió que esta estructura le resulta fascinante: Como músico, me gustó la idea de las variaciones, tomar la melodía y reimaginarla. En esta producción sucede lo mismo: cada escena cambia de tono y estilo.

El elenco se integra por María Uriarte (Nina) y Andrés Torres Orozco (Gabriel), procedentes del Conservatorio de Actuación de Diego del Río.

“Cuando supe que buscaban un texto para montar, pensé en Nina Nina Nina. Lo releí, lo traduje en una sentada, y al día siguiente les propuse hacerlo. Dijeron que sí, y desde entonces hemos estado trabajando en esta puesta en escena”, narró emocionado el director.

La obra va más allá del ejercicio de variaciones teatrales. A través de la relación entre los protagonistas, Dietz plantea una reflexión sobre la vida, las decisiones, las heridas emocionales e, incluso, el suicidio. En la versión original de Chéjov, el personaje masculino se quita la vida, pero en esta producción la decisión cambia en cada variación.

Es un pozo de discernimientos sobre temas como el suicidio, la depresión y las heridas invisibles que cargan las personas. La obra no ofrece respuestas, pero sí invita a la introspección, añadió el también compositor .

Geo Equihua realiza la música en vivo. Torreblanca explicó que cuando escuchó sus canciones, sentí que encajaron a la perfección. Hay magia en cada melodía, aunado a que refuerzan la narrativa y la emoción de cada variación.

El diseño escenográfico es minimalista: sólo se emplea una caja negra, con la idea de desafiar a los presentes y fomentar que usen su imaginación.

Para el director, “en la actualidad vivimos rodeados de pantallas y entretenimiento digital. Por eso, reunirnos en un espacio físico para compartir una experiencia humana se ha vuelto un acto casi sagrado. El teatro, en ese contexto, resulta más necesario que nunca.

Los espectadores se toparán con algo que al principio parece un caramelo fácil de desenvolver. A primera vista, la obra parece abordar un chisme romántico. Sin embargo, a medida que avanza, se develan reflexiones más profundas sobre el amor, el deseo, las relaciones familiares y la vocación personal.

Nina Nina Nina tendrá funciones los martes a las 22 horas en el teatro La Capilla (Madrid 13, colonia Del Carmen, alcaldía Coyoacán). El boleto, que cuesta 350 pesos, se puede adquirir en taquilla o en Boletópolis. La temporada concluye el 22 de octubre.