El silencio que desde hace una semana han mantenido funcionarios de Estados Unidos sobre la reforma judicial ha sido una actitud prudente y de responsabilidad después de que se pausaron las relaciones con su embajada, consideró el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Nosotros celebramos eso, porque ese es el propósito, que ningún país extranjero de cualquier signo político e ideológico intervenga en asuntos que sólo corresponden a los mexicanos.

Porque permitirlo es aceptar que violen nuestra Constitución y de que no somos un país libre y soberano. Afortunadamente, han actuado con mucha prudencia después de ese pronunciamiento y espero que las cosas vayan mejorando, dijo en su conferencia.

A pregunta expresa sobre la evolución que ha tenido el conflicto que se desató a partir de la crítica a la viabilidad de la elección de jueces, magistrados y ministros, López Obrador sostuvo que estas posturas se enmarcan en el proceso electoral en el vecino país. Siempre que hay elecciones en cualquier país se llegan a cometer este tipo de exabruptos de los políticos.

Sin embargo, precisó que desde la semana pasada que él pausó las relaciones con la representación diplomática por la intromisión en asuntos internos, no ha habido comunicación, pero no están rotas las relaciones.